Diferencia entre revisiones de «RUTA DE LAS ESPECIAS; Rivalidad entre España y Portugal»

De Dicionário de História Cultural de la Iglesía en América Latina
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La tormentosa ruta de las especias
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==La tormentosa ruta de las especias==
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El 8 de julio de 1497 Vasco da Gama partía de Lisboa al frente de 200 hombres y 3 barcos: el «San Gabriel», el «Bernio» y el «San Rafael».  La expedición no bordeó la costa africana occidental (como era costumbre), sino que se adentró en el Atlántico navegando hacia el sur desde Cabo Verde y girando luego al este para alcanzar el sur de África. En noviembre llegaron al extremo meridional del continente africano, llamado por Bartolomé Díaz «Cabo de las Tormentas», en alusión al continuo estado de agitación de aquellas aguas donde convergen los océanos Atlántico, Índico y Pacífico, y luego rebautizado por Juan II de Portugal con el sugestivo nombre de «Cabo de Buena Esperanza».  
 
El 8 de julio de 1497 Vasco da Gama partía de Lisboa al frente de 200 hombres y 3 barcos: el «San Gabriel», el «Bernio» y el «San Rafael».  La expedición no bordeó la costa africana occidental (como era costumbre), sino que se adentró en el Atlántico navegando hacia el sur desde Cabo Verde y girando luego al este para alcanzar el sur de África. En noviembre llegaron al extremo meridional del continente africano, llamado por Bartolomé Díaz «Cabo de las Tormentas», en alusión al continuo estado de agitación de aquellas aguas donde convergen los océanos Atlántico, Índico y Pacífico, y luego rebautizado por Juan II de Portugal con el sugestivo nombre de «Cabo de Buena Esperanza».  
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A mediados de noviembre de 1497, las naos de Vasco da Gama cruzaron el cabo de Buena Esperanza y navegaron con rumbo norte bordeando la costa oriental de África. Con buena parte de la tripulación enferma de escorbuto, la expedición hizo un alto para descansar en la desembocadura del río Quelimane, tras lo cual navegaron hacia el puerto de Mozambique. El puerto de Mozambique estaba controlado por los árabes, que monopolizaban el comercio en la región. Por esta razón, Vasco da Gama decidió hacerse pasar por musulmán.  
 
A mediados de noviembre de 1497, las naos de Vasco da Gama cruzaron el cabo de Buena Esperanza y navegaron con rumbo norte bordeando la costa oriental de África. Con buena parte de la tripulación enferma de escorbuto, la expedición hizo un alto para descansar en la desembocadura del río Quelimane, tras lo cual navegaron hacia el puerto de Mozambique. El puerto de Mozambique estaba controlado por los árabes, que monopolizaban el comercio en la región. Por esta razón, Vasco da Gama decidió hacerse pasar por musulmán.  
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En un principio la estratagema funcionó, ya que el sultán de Mozambique les recibió muy bien, e incluso les ofreció guías para que prosiguieran su viaje hasta la India. Sin embargo, pronto aparecieron las suspicacias y el jeque arabizado local empezó a sospechar que Vasco da Gama lo había engañado sobre su religión. Ante el enfado del gobernante, los portugueses levaron anclas y se hicieron a la mar, pero estaban muy escasos de vituallas, por lo que se vieron forzados a desembarcar cerca de allí y aprovisionarse por la fuerza.  
 
En un principio la estratagema funcionó, ya que el sultán de Mozambique les recibió muy bien, e incluso les ofreció guías para que prosiguieran su viaje hasta la India. Sin embargo, pronto aparecieron las suspicacias y el jeque arabizado local empezó a sospechar que Vasco da Gama lo había engañado sobre su religión. Ante el enfado del gobernante, los portugueses levaron anclas y se hicieron a la mar, pero estaban muy escasos de vituallas, por lo que se vieron forzados a desembarcar cerca de allí y aprovisionarse por la fuerza.  
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La navegación atravesó momentos difíciles, ya que los guías árabes no eran de fiar; pero la expedición logró llegar a Mombasa, donde fueron bien recibidos por el jeque del lugar. Vasco da Gama no se fiaba de él; sus sospechas no tardaron en ser confirmadas al descubrir que el sultán les tenía preparada una trampa. Consiguieron huir con sus tres barcos. El buque de transporte de suministros había sido abandonado al cruzar el cabo de Buena Esperanza.  
 
La navegación atravesó momentos difíciles, ya que los guías árabes no eran de fiar; pero la expedición logró llegar a Mombasa, donde fueron bien recibidos por el jeque del lugar. Vasco da Gama no se fiaba de él; sus sospechas no tardaron en ser confirmadas al descubrir que el sultán les tenía preparada una trampa. Consiguieron huir con sus tres barcos. El buque de transporte de suministros había sido abandonado al cruzar el cabo de Buena Esperanza.  
 
La siguiente escala en la costa africana fue en Malindi (costa del Kenia actual), cuyo jefe también musulmán, estaba enemistado con el de Mombasa, por lo que les recibió de buen grado y les dio un guía que conocía aquellas aguas. Se llamaba Aben-Macbid, al parecer de religión cristiana. Los portugueses establecieron contacto con una nave hindú. Aben-Macbid, aprovechando el monzón del verano, les condujo en sólo veintitrés días hasta las costas de la India. Parece ser que era una de las primeras veces que el mundo europeo entraba  en contacto con la India, un acontecimiento fundamental para el decurso de la historia.  
 
La siguiente escala en la costa africana fue en Malindi (costa del Kenia actual), cuyo jefe también musulmán, estaba enemistado con el de Mombasa, por lo que les recibió de buen grado y les dio un guía que conocía aquellas aguas. Se llamaba Aben-Macbid, al parecer de religión cristiana. Los portugueses establecieron contacto con una nave hindú. Aben-Macbid, aprovechando el monzón del verano, les condujo en sólo veintitrés días hasta las costas de la India. Parece ser que era una de las primeras veces que el mundo europeo entraba  en contacto con la India, un acontecimiento fundamental para el decurso de la historia.  
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Pero los presentes enviados desde Portugal por el rey Manuel I no fueron del agrado de la corte del gobernante de la ciudad, el «zamorín» (título del gobernante de Calicut). Esto, unido a la presión de los comerciantes musulmanes, que denunciaron que Vasco da Gama había mentido reiteradamente para ocultar su religión y había actuado con violencia en la mayoría de los puertos africanos en los que había recalado, llevó a una situación muy tensa con las autoridades de Calicut. A pesar de todo, Vasco da Gama logró contemporizar con el zamorín y zarpó de Calicut, de vuelta a Portugal, con un cargamento de especias.
 
Pero los presentes enviados desde Portugal por el rey Manuel I no fueron del agrado de la corte del gobernante de la ciudad, el «zamorín» (título del gobernante de Calicut). Esto, unido a la presión de los comerciantes musulmanes, que denunciaron que Vasco da Gama había mentido reiteradamente para ocultar su religión y había actuado con violencia en la mayoría de los puertos africanos en los que había recalado, llevó a una situación muy tensa con las autoridades de Calicut. A pesar de todo, Vasco da Gama logró contemporizar con el zamorín y zarpó de Calicut, de vuelta a Portugal, con un cargamento de especias.
  
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En el viaje de 1502, al mando de una flota de veinte navíos, se apoderó de Quiloa (Kilwa) y Sofala, en Mozambique. Logró eliminar a los rivales árabes e instauró la hegemonía marítima portuguesa en el litoral índico, construyendo en Cochin la primera factoría portuguesa en Asia. En 1503 regresó a Lisboa y ya no volvió a navegar hasta 1524, cuando fue nombrado virrey de la India donde falleció el mismo año que llegó a la India.
 
En el viaje de 1502, al mando de una flota de veinte navíos, se apoderó de Quiloa (Kilwa) y Sofala, en Mozambique. Logró eliminar a los rivales árabes e instauró la hegemonía marítima portuguesa en el litoral índico, construyendo en Cochin la primera factoría portuguesa en Asia. En 1503 regresó a Lisboa y ya no volvió a navegar hasta 1524, cuando fue nombrado virrey de la India donde falleció el mismo año que llegó a la India.
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La rivalidad entre portugueses y españoles
 
La rivalidad entre portugueses y españoles
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En la carrera por el dominio por el comercio de las especias con Portugal, la Corona castellana (española) se empeñó también en buscar una nueva ruta que le asegurara el suministro de las altamente apreciadas especias. El interés se puso en las Molucas, conocidas como las «islas de las especias», pero solo había un camino cierto: el portugués. En 1492 el Reino de Castilla había apoyado la aventura de Cristóbal Colón en su proyecto de encontrar una ruta más corta hacia Oriente navegando a través del Atlántico occidental, y dando con aquellas tierras, nuevas para el mundo europeo a las que llamarían «Indias Occidentales» y que poco después asumirían el nombre de «tierras de Américo» debido a las narraciones que este florentino al servicio comercial de los Médicis de Florencia en España.  
 
En la carrera por el dominio por el comercio de las especias con Portugal, la Corona castellana (española) se empeñó también en buscar una nueva ruta que le asegurara el suministro de las altamente apreciadas especias. El interés se puso en las Molucas, conocidas como las «islas de las especias», pero solo había un camino cierto: el portugués. En 1492 el Reino de Castilla había apoyado la aventura de Cristóbal Colón en su proyecto de encontrar una ruta más corta hacia Oriente navegando a través del Atlántico occidental, y dando con aquellas tierras, nuevas para el mundo europeo a las que llamarían «Indias Occidentales» y que poco después asumirían el nombre de «tierras de Américo» debido a las narraciones que este florentino al servicio comercial de los Médicis de Florencia en España.  
  

Revisión del 07:44 2 jul 2022

La tormentosa ruta de las especias

El 8 de julio de 1497 Vasco da Gama partía de Lisboa al frente de 200 hombres y 3 barcos: el «San Gabriel», el «Bernio» y el «San Rafael». La expedición no bordeó la costa africana occidental (como era costumbre), sino que se adentró en el Atlántico navegando hacia el sur desde Cabo Verde y girando luego al este para alcanzar el sur de África. En noviembre llegaron al extremo meridional del continente africano, llamado por Bartolomé Díaz «Cabo de las Tormentas», en alusión al continuo estado de agitación de aquellas aguas donde convergen los océanos Atlántico, Índico y Pacífico, y luego rebautizado por Juan II de Portugal con el sugestivo nombre de «Cabo de Buena Esperanza».

A mediados de noviembre de 1497, las naos de Vasco da Gama cruzaron el cabo de Buena Esperanza y navegaron con rumbo norte bordeando la costa oriental de África. Con buena parte de la tripulación enferma de escorbuto, la expedición hizo un alto para descansar en la desembocadura del río Quelimane, tras lo cual navegaron hacia el puerto de Mozambique. El puerto de Mozambique estaba controlado por los árabes, que monopolizaban el comercio en la región. Por esta razón, Vasco da Gama decidió hacerse pasar por musulmán.

En un principio la estratagema funcionó, ya que el sultán de Mozambique les recibió muy bien, e incluso les ofreció guías para que prosiguieran su viaje hasta la India. Sin embargo, pronto aparecieron las suspicacias y el jeque arabizado local empezó a sospechar que Vasco da Gama lo había engañado sobre su religión. Ante el enfado del gobernante, los portugueses levaron anclas y se hicieron a la mar, pero estaban muy escasos de vituallas, por lo que se vieron forzados a desembarcar cerca de allí y aprovisionarse por la fuerza.

La navegación atravesó momentos difíciles, ya que los guías árabes no eran de fiar; pero la expedición logró llegar a Mombasa, donde fueron bien recibidos por el jeque del lugar. Vasco da Gama no se fiaba de él; sus sospechas no tardaron en ser confirmadas al descubrir que el sultán les tenía preparada una trampa. Consiguieron huir con sus tres barcos. El buque de transporte de suministros había sido abandonado al cruzar el cabo de Buena Esperanza. La siguiente escala en la costa africana fue en Malindi (costa del Kenia actual), cuyo jefe también musulmán, estaba enemistado con el de Mombasa, por lo que les recibió de buen grado y les dio un guía que conocía aquellas aguas. Se llamaba Aben-Macbid, al parecer de religión cristiana. Los portugueses establecieron contacto con una nave hindú. Aben-Macbid, aprovechando el monzón del verano, les condujo en sólo veintitrés días hasta las costas de la India. Parece ser que era una de las primeras veces que el mundo europeo entraba en contacto con la India, un acontecimiento fundamental para el decurso de la historia.

Pero los presentes enviados desde Portugal por el rey Manuel I no fueron del agrado de la corte del gobernante de la ciudad, el «zamorín» (título del gobernante de Calicut). Esto, unido a la presión de los comerciantes musulmanes, que denunciaron que Vasco da Gama había mentido reiteradamente para ocultar su religión y había actuado con violencia en la mayoría de los puertos africanos en los que había recalado, llevó a una situación muy tensa con las autoridades de Calicut. A pesar de todo, Vasco da Gama logró contemporizar con el zamorín y zarpó de Calicut, de vuelta a Portugal, con un cargamento de especias.

Vasco da Gama había permanecido en la India cuatro meses. El viaje de vuelta, como solía ocurrir en travesías tan largas y difíciles, fue durísimo. En el trayecto hasta Malindi invirtieron tres meses y sufrieron tantas bajas que Vasco da Gama, por carecer de hombres para tripular las tres naves, decidió repartir a los supervivientes en los dos barcos restantes y quemar el «San Rafael». Tras franquear el cabo de Buena Esperanza, las dos naves se separaron a causa del mal tiempo y cada una se vio forzada a regresar a Portugal por su cuenta, alcanzando ambas su objetivo.

Vasco da Gama arribó a Lisboa el 9 de septiembre de 1499. Los marinos fueron acogidos con entusiasmo desbordado y Vasco da Gama fue nombrado «Almirante de los mares de la India» y «Señor de la Conquista, Navegación y Comercio de Etiopía, Arabia, Persia e India». Vasco da Gama había inaugurado una nueva ruta hacia Asia y las islas de las especias, alternativa a la Ruta de la Seda, que desde el siglo II a.C. había comunicado el mundo asiático oriental con la cuenca mediterránea, y que antes de su expedición dependía del poder turco musulmán.

Finalizaba así la labor que el príncipe Henrique el Navegante comenzara ochenta años antes con la Escuela de navegantes de Sagres. Conocemos los detalles de este primer viaje gracias al texto contenido en un diario titulado «Roteiro da viagem que em descobrimento da India pelo Cabo da Boa Esperança fez dom Vasco da Gama em 1497: Segundo um manuscripto da Bibliotheca publica portuense.» (ed., Porto: Typographia Commercial Portuense, 1838), atribuído a Álvaro Velho, uno de los miembros de la expedición que sirvió a bordo del San Gabriel.

Vasco da Gama regresó a la India en 1502 y en 1524, con expediciones que tuvieron un carácter más militar que comercial, tratando de consolidar el monopolio de las especias. Fue nombrado gobernador con título de virrey e impuso el dominio portugués desde Goa hasta Cochín, consiguiendo así que Portugal se convirtiese en una potencia colonial y mercantil de primer orden.

En el viaje de 1502, al mando de una flota de veinte navíos, se apoderó de Quiloa (Kilwa) y Sofala, en Mozambique. Logró eliminar a los rivales árabes e instauró la hegemonía marítima portuguesa en el litoral índico, construyendo en Cochin la primera factoría portuguesa en Asia. En 1503 regresó a Lisboa y ya no volvió a navegar hasta 1524, cuando fue nombrado virrey de la India donde falleció el mismo año que llegó a la India.

La rivalidad entre portugueses y españoles

En la carrera por el dominio por el comercio de las especias con Portugal, la Corona castellana (española) se empeñó también en buscar una nueva ruta que le asegurara el suministro de las altamente apreciadas especias. El interés se puso en las Molucas, conocidas como las «islas de las especias», pero solo había un camino cierto: el portugués. En 1492 el Reino de Castilla había apoyado la aventura de Cristóbal Colón en su proyecto de encontrar una ruta más corta hacia Oriente navegando a través del Atlántico occidental, y dando con aquellas tierras, nuevas para el mundo europeo a las que llamarían «Indias Occidentales» y que poco después asumirían el nombre de «tierras de Américo» debido a las narraciones que este florentino al servicio comercial de los Médicis de Florencia en España.

Mantuvo relaciones con Colón tras sus viajes, por lo que el florentino trató de establecer contactos con los Médicis y con casas comerciales de Génova y Venecia especulando la apertura de abrir nuevas rutas para las especias. En 1497 y 1499 siguiendo la ruta del tercer viaje de Colón, él mismo emprende viaje a las «Indias» en la expedición de Alonso de Ojeda, llegando a la desembocadura del Orinoco, que Colón había descubierto, y recorrieron aquellas costas septentrionales. Por aquel entonces los cartógrafos fijaron por primera vez parte del contorno de las tierras descubiertas. Era una novedad en absoluto para el mundo occidental europeo.

Entonces se pusieron de manifiesto los problemas que aquellos nuevos descubrimientos de Tierras Nuevas hacia el Occidente y sus rutas necesariamente traían en las relaciones políticas y en los proyectos comerciales, de exploración y ocupación a vario título entre las dos monarquías ibéricas: Portugal y Castilla-Aragón (España). Con el fin de establecer unos acuerdos sobre el futuro de las navegaciones, comercio y ocupaciones previstas, ambas Coronas firman el Tratado de Tordesillas (7 de junio de 1594) entre ambos Reinos. Mediante estos acuerdos se estableció una línea que dividía el dominio del mundo entre las Coronas de Castilla y Portugal.

La imprecisión en la configuración geográfica de los límites establecidos por aquel tratado muy pronto resultaría en una cadena de conflictos pluriseculares. Uno de ellos sería precisamente el demostrar, tras la nueva ruta hacia Oriente pasando por las Américas, que las Molucas fuesen islas que estuviesen dentro de la demarcación española, y hacerse con el control del comercio tan beneficioso de las especias. Tal fue uno de los objetivos del viaje español programado para llevar a cabo esta empresa.

Al frente del mismo el rey Carlos I de España ordenó una expedición marítima y puso al frente de ella a Fernando de Magallanes. La expedición intentaría localizar un posible paso en América que le permitiera navegar por el Pacífico, un objetivo perseguido por Castilla desde hacía 25 años, desde tiempos de Colón. Para entonces, Vasco Núñez de Balboa había tenido ocasión de cruzar el istmo centroamericano e introducirse en aguas del mar del Sur, el Oceano Pacífico, punto clave para la travesía hacia el mundo de las especias. Pero el paso no sería hallado hasta que la expedición dirigida al principio por Magallanes realizara su propia expedición en 1519 y diera inicio al proceso de globalización.


NOTAS

FIDEL GONZÁLEZ FERNÁNDEZ