DIARIO LITERARIO DE MÉXICO

De Dicionário de História Cultural de la Iglesía en América Latina
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PRIMERA REVISTA CIENTÍFICA DE AMÉRICA

En 1768 José Antonio de Álzate[1]lanzó el Diario Literario de México, pionero de divulgación científica en América. Alzate fue un clérigo ilustrado.[2]Formado en la filosofía y la teología de su momento, ya desde muy joven se interesó por temas científicos mediante la observación y experimentación;[3]aplicó el mismo método a la geografía, a la sociedad y a la historia antigua de México en sus restos arqueológicos. Además de estudiar las ciencias publicó periódicos que las difundieran entre los novohispanos.

El Diario Literario de México[4]llegaba a una sociedad que desde el arribo a la Nueva España del visitador José de Gálvez, el 2 de agosto de 1765, vivía las tensiones ocasionadas por las reformas de Carlos III. El proyecto carolino contaba con los territorios americanos como fuente de recursos para que la Monarquía hispana recuperase el rango de primera potencia. Implantarlo en América implicaba desestabilizar el orden virreinal de los Habsburgo basado en los acuerdos tácitos entre el poder central y los poderes regionales y locales. Las presiones de la Real Hacienda, sobre todo las derivadas de la subida de la alcabala, provocaron conflictos entre empresarios y trabajadores.

En 1766 había estallado la primera huelga minera en Real del Monte, propiedad del Conde de Regla, a consecuencia de las condiciones laborales impuestas por el dueño de la mina. Los alzados dieron muerte al alcalde mayor de Pachuca. Fueron reducidos por las armas y se ejecutó a los cabecillas, pero las demandas de los trabajadores fueron atendidas.

Un nuevo conflicto, ocasionado por el estanco del tabaco exasperó los ánimos y brotaron otros focos de rebeldía, a los que se unieron el año siguiente de 1767 las reacciones ante la expulsión de la Compañía de Jesús. En Michoacán se alzaron indígenas y mulatos; en Guanajuato los mineros y el pueblo; en San Luis de Potosí los mineros y los indios.

José Antonio Alzate lanzó su Diario literario, para mejorar la vida de aquella sociedad que se debatía entre tensiones y conflictos. Por ello quería no sólo "servir al público de los literatos sino también a la gente más desdichada del campo, para desterrar la ignorancia".[5]Fue consciente de ser el primer editor en América de un Diario «crítico», esto es, científico. Alzate conocía bien las publicaciones similares de España, de Francia, de Italia y, a través de ellas, las de Berlín, Londres y San Petersburgo que, en su opinión, habían contribuido al desarrollo de esos países.

El término «literario» que aparece en el título de la revista no coincide con el concepto actual del vocablo. Se denominaba «literario» a toda expresión escrita de conocimientos, tanto científicos como humanísticos (filosófico, histórico) o artísticos, aunque este último venía designado ordinariamente como Bellas letras.

La revista tendría una periodicidad semanal y una duración de un año; finalizado el plazo, Alzate prometía retirarse. No alcanzó ni la periodicidad, ni el año previstos, a pesar de que se había comprometido a sacarlo de su propio caudal.[6]En total se publicaron siete números, entre el 12 de marzo y el 26 de abril de 1768.[7]La edición es en octava, muy sencilla, la letra no es homogénea y disminuye de tamaño en algún caso, para ajustarse al papel disponible; encabeza la primera página de cada número una pequeña cruz centrada en la parte superior de la página, excepto en el núm. 5 en que se sustituye por un grabado rectangular centrado por el diagrama IHS coronado por la cruz y a sus pies un corazón con llamas, motivos que enlazan con los jesuitas expulsas; en algunos al final se inserta un grabado a modo de escudo y el número 5.

El Diario literario publicaría artículos y obras europeas útiles para los mexicanos, seleccionados con libertad,[8]y trabajos científicos y literarios de autores novohispanos que no se hubieran publicado por los altos costos de impresión. La revista de Alzate partió afirmando la capacidad científica de los mexicanos.

Los artículos tratarían de Economía (agricultura, comercio y minería) para ayudar al progreso del país; de Geografía para dar la imagen veraz de la América norteña;[9]y de Medicina para mejorar la calidad de vida de los novohispanos. Editaría las críticas y aportaciones de los lectores, que aparecerían firmadas si lo deseaba el Autor, al que alertaba del plagio.

El Diario de Alzate sería cauce de opinión pública en ámbito científico. Por el contrario en temas políticos el editor prometía "silencio absoluto". Esta medida ha sido interpretada como una respetuosa acogida a las Autoridades "que no pueden ser corregidas por personas particulares.[10]A mi parecer Alzate evitaba con el silencio una obligada adhesión al poder establecido, evitando reflejar su propio pensamiento.[11]El estudio de los contenidos de la revista permitirá avanzar en este tema.

El editor formula el derecho a la libertad de opinión en el ámbito científico, "derecho común a cada particular de poder impugnar las doctrinas mal fundadas y refutar los errores que por ignorancia o ilusión se introducen en las ciencias";[12]su propuesta no es atrevimiento "aunque sea el primero que en esta América trabaja un Diario crítico".

CONTENIDO E IDEAS DEL DIARIO LITERARIO DE MÉXICO

El Diario literario trató de Economía, dando a conocer con acierto la primera máquina de vapor para la extracción del agua de las minas,[13]y de Geografía novohispana;[14]no alcanzó a sacar ningún trabajo amplio de Medicina,[15]prevista en el plan inicial.

El artículo "Reflexiones sobre la utilidad que las bellas Letras pueden sacar de la Sagrada Escritura y sobre la primera edad del Mundo",[16]elegido por Alzate casi al inicio de la revista, avanza la valoración de las ciencias que el científico se había propuesto difundir, encuadrada en una antropología precisa.

Sostiene el monogenismo apoyándolo en el Génesis; los pueblos que habitan los diversos continentes descienden de un tronco común. Rechaza con ello la visión del americano, visto como un mundo diverso y de inferior calidad, difundida en Europa por Buffon, de Paw, Raynal y Robertson.[17]

Todo trabajo, manual o intelectual, es una acción digna. Lo deduce de la Sagrada Escritura. En efecto, el libro del Génesis muestra que el cultivo de las artes manuales se desarrolló antes del diluvio. El apartamiento progresivo de Dios que había llevado a la humanidad a la ignorancia y al desorden moral se habría producido después del diluvio universal,según la lectura veterotestamentaria de la época. Al situar en el período anterior al diluvio a los inventores o cultores de las artes útiles -agricultura, ganadería, textil, metalurgia, astronomía, matemáticas, historia natural, medicina y otros ramos de la física- y de las artes agradables -música, poesía- confería a estos trabajos la dignidad que caracterizaba a la sociedad de esa primera etapa histórica. Esas actividades podían y debían ser cultivadas por hombres de toda condición; la revista de Alzate presentó a personas de la nobleza europea, dedicados a la economía ya las artes útiles.

Alzate avanza una valoración positiva de la cultura indígena. Admira a las culturas de la Antigua América, protagonistas de culturas desarrolladas que aprecia en sus restos arqueológicos. De otra parte, los indios contemporáneos disponían de un buen caudal de conocimientos de las artes heredados de sus mayores y de otros introducidos en América por los españoles. El científico que sabe apreciarlos se propuso con sus escritos darlos a conocer a los europeos.[18]

La lectura de Alzate, criollo americano identificado con la cultura hispana de su tierra,[19]es avanzada respecto a la visión de los ilustrados americanos que disociaban las culturas americanas antiguas y los indios con que convivía.[20]

Por el contrario, el Diario literario recoge los prejuicios comunes sobre la mujer. Un lector, el "Antiastrólogo", describía en una carta la fe ciega de las mujeres en los vaticinios de enfermedades anunciados por los Calendarios en determinadas fechas; el autor de la carta presentaba a la mujer asustadiza, débil y sometida a augurios que la razón debería rechazar.

Respecto al silencio en materias políticas que se impuso el periodista hay un dato que puede ser indicativo. En el artículo recogido en su primer número, el mundo anterior al Diluvio aparece sumamente poblado y repartido "en Reinos, en Repúblicas, en Imperios"; al presentar equiparados esos sistemas políticos, el Diario Literario los proponía como opciones posibles igualmente válidas.

Alzate afirma la existencia de la revelación sobrenatural y la distingue de la religión natural a la que se llega por la razón y que aúna a todos los pueblos de la Antigüedad. La creencia en Dios y en el premio o castigo que recibirá el hombre después de la muerte, núcleo de la religión natural, fue conocida por las culturas del antiguo Oriente, de la Europa pre-clásica y por las americanas. Con ello, destaca la dignidad de la América antigua y sus creencias religiosas.

El científico novohispano que estaba al día de la desinformación de Europa sobre el Nuevo Mundo por los escritos del Conde de Buffon, Camelia de Paw, Guillaume Thomas Raynal y William Robertson, reconoce que en México la ciencia experimental ha logrado un escaso nivel que contrasta con el desarrollo alcanzado por la teología y la filosofía mexicanas.[21]El retraso científico de México se debía al descuido por la enseñanza científica en la Universidad. Además, los altos costes de impresión en el Nuevo Mundo habrían impedido editar los trabajos realizados por americanos.

En Europa las Academias de las Ciencias y las Artes han sido motores del desarrollo, impartiendo premios que estimulaban dedicarse a estos trabajos a personas de toda condición, entre los que señala al Conde de Sajonia, en Alemania, y el Conde de Crequi, en París. Anima Alzate a los dueños de minas a unirse en cuerpo profesional y crear premios para incentivar nuevos inventos que mejorasen la producción o la seguridad del que trabaja.[22]

La expulsión de la Compañía en 1767 había alejado de México a los jesuitas empeñados en los ideales ilustrados, compartidos por el editor del Diario literario. Alzate apreciaba los trabajos eruditos y científicos de los jesuitas expulses.[23]Es fácil suponer el descontento y la crítica de José Antonio Alzate, buen polemista, dotado de agudeza de ingenio y de independencia de criterio, ante el extrañamiento de unos hombres que contribuían como pocos a la educación de los mexicanos y que estaban empeñados en mejorar las ciencias y las artes del virreinato.

Bajo esta lectura cobra relieve el silencio del tema político en el Diario literario. En un clima de presión estatal, que recurría a la fuerza de las armas para sacar adelante las reformas, no era viable manifestar la disensión o lanzar hipótesis alternativas. Alzate calla y centra sus energías en poner a disposición de los mexicanos horizontes culturales que reforzaran su identidad nacional y formasen la capacidad crítica de los lectores, tal vez en espera de un futuro mejor en que estuviesen capacitados para llegar al autogobierno.

El Diario Literario remite a la Sagrada Escritura, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, como referente por antonomasia. Aparecen documentos del magisterio pontificio reciente. Cita la obra de Benedicto XIV, De Beatificatione sanctorum.[24]Entre los contemporáneos españoles, Benito Jerónimo Feijóo, es autoridad reconocida. Los autores franceses son muy valorados por Alzate que traduce y comenta artículos del Abad de Fontenue,[25]de Mr. Fretet; y de Mr. Saverien, procedente del Diccionario Matemático y Físico.

Se cita el origen del sistema solar y la formación de la tierra de Buffon, y la teoría sobre la forma de la tierra del Abbé Regnault. El autor del Diario literario conoce bien a Kepler, y a Jean Baptiste Morin, y discute la astrología de uno y otro. Cita el Curso de Phisica experimental de De Saguliers, y la Arquitectura Hidráulica de Belidor. De Inglaterra recoge la “Noticia de una máquina útil de Europa” del Marqués de Worcester, aparecida en las Centurias de invenciones, Londres 1663.

NOTAS

  1. José Antonio Alzate y Ramírez (Ozumba, Edo de México, 1738 - México 1799). Graduado en cánones y teología por el Colegio de San Ildefonso; ordenado presbítero en 1756. Cultivó las ciencias experimentales -astronomía, matemáticas, física, meteorología, metalurgia- y aportó aplicaciones técnicas innovadoras. Descubrió el origen de la laca, el obturador automático flotante y el jabón de aceite de coco; la construcción de pararrayos, etc. Se interesó por la historia del México antiguo. Exploró Xochicalco (ciudad fortaleza y centro religioso del 650 a 900 dC.) Y su descripción fue la primera información escrita. Escribió las notas y comentario a la Historia Antigua de México de Clavijero. Socio correspondiente de la Academia de Ciencias de París, del Real Jardín Botánico de Madrid y de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País: Cfr. ROJAS RABIELA 2000; SALADINO 2001; TERÁN ELIZONDO c2001.
  2. Manuel Antonio Valdés, publicó una necrológica en que le describe: "Alzate sirvió al orbe literario como buen filósofo, trabajó por ser útil a su patria como buen patricio, y observó siempre una conducta arreglada como buen sacerdote", en La Gaceta de México, III, 6-Ill-1799, citado por AGÜEROS DE LA PORTILLA 1910, pág. 421. Recoge el Mercurio Volante las críticas dirigidas a Alzate por un "cacique discreto": "tengo mucho respeto al autor, por ser eclesiástico, aunque me dicen que no es nada sentido y se le conoce bien hasta en lo que escribe y más, que eso tiene escribir para imprimir y es menester paciencia": Mercurio Volante, núm. 7, 2-XII-1772, págs. 72-73.
  3. En 1769 observó desde México el paso de Venus por el disco solar, y escribió varias relaciones: Observación del paso de Mercurio por el disco del Sol por D. José Antonio de Alzate, quien la efectuó en las casas de Cabildo de esta ciudad de México el 9 de noviembre de 1769 años. i h. s. p. i.; Id., Eclypse de Luna del doce de diciembre de mil setecientos sesenta y nueve años, México 1770. (Biblioteca Nacional de México); Id., inmersiones de los satélites de Júpiter hechas en la ciudad de México el año de 1770 con un telescopio de 7 pies 3 pulgadas, que hace un efecto mayor que un gregoriano de dos pies, ms. 1 p. B. Academia de las Ciencias de París: este trabajo mereció a Alzate el nombramiento de socio correspondiente de la Academia francesa.
  4. José Antonio Alzate, además del Diario literario de México, lanzó otras tres publicaciones periÓdicas: Asuntos varios sobre ciencias y artes (1772), Observaciones sobre la física, historia natural y artes útiles (1787-1788), Y Gaceta de literatura de México (1788-1795).
  5. Diario Literario, núm. 1, 12 de marzo de 1768, "Prólogo", s/n.p.
  6. "aunque sea a mis expensas, en el caso de que sea despreciado [por los lectores]": Diario Literario, núm. 12 de marzo de 1768, Presentación.
  7. En 1768 el mismo Croix ordenaría suspender y confiscar el Diario Literario por parecerle que el ejemplar de fecha 10 de mayo, que trataba del teatro, contenía "disposiciones ofensivas y poco decorosas a la ley y a la nación": MÉXICO Y... 1984, t. 41, p. 476.
  8. "Sin tomar partido alguno y con aquella crítica que es necesaria, porque para mí no hay griegos, ni troyanos ( ... ) Estimo a todos los que con su trabajo procuran servir al Público", Diario literario, núm. l, 12 de marzo de 1768 Presentación.
  9. Salía al paso de la imagen distorsionada que daban en Europa algunos de los expertos científicos. Vid. Cita 23.
  10. En este silencio de Alzate no había desinterés o irresponsabilidad, sostenía Fernández de Uribe, pues algo debía quedar a salvo de la curiosidad, algo debe garantizar la seguridad de los hombres: cfr. RODRIGUEZ KURI 1993-1994.
  11. Para evitar la censura, Alzate escribiría en el prólogo de sus Asuntos Varios sobre Ciencias y Artes, que "en asuntos políticos guardaría el silencio que por obligación competía al súbdito[pues] quien nació para obedecer ¿debe entrometerse en el delicado arte de mandar?": citado por CRUZ SOTO 2000.
  12. Entra en el debate sobre la libertad de expresión que surge en el momento ilustrado y tomará forma en de la Declaración de Derechos de Virginia 12 de junio de 1776 (art.12) y en la Déclaration des Droits de I'Hornme et du Citoyen du 26 aoüt 1789 (art. 11): "La libre communication des pensées et des opinions est un des droits les plus précieux de I'Homme: tout Citoyen peut done parler, écrire, imprimer librement, sauf a répondre a I'abus de cette liberté dans les cas déterminés par la Loi".
  13. Diario Literario, núm. 5. 19-IV-1768: sobre una máquina extractora de aguas para resolver las inundaciones en las minas, "nervio principal del Reino". La máquina había sido inventada por el inglés Worcester, aunque fue copiada y difundida por Saberi sin citar al inventor.
  14. Diario Literario, núm. 4, 8-IV-1768: Observaciones físicas sobre el terremoto acaecido el 4 de abril del presente año: remite en el texto a dos artículos sobre los terremotos de Fernando López de Amezua, del Diario Médico Quirúrgico, pero precisa que su autor recogía sin citar la procedencia las teorías de Buffon y Regnault.
  15. De modo tangencial aparece la preocupación por la influencia nociva sobre la salud en la carta del "Antiastrólogo", publicada en el Diario Literario, núm. 4, del 8-IV-1768.
  16. Alzate lo traduce de la Historia de la Académie des inscriptios et belles-lettres de París, t. 18: Diario Literario de México, núm. 3, 26-III-1768. Alzate reaccionó ante las desinformaciones sobre América de los europeos junto con otros ilustrados novohispanos de la segunda mitad del siglo XVIII, entre los que se encontraban los jesuitas Francisco Javier Alegre y Francisco Javier Clavijero, el oratoriano Juan Benito Díaz de Gamarra, el presbítero secular Juan José de Eguiara y Eguren, y el científico y periodista José Ignacio Bartolache: GERBI 1982.
  17. Alzate reaccionó ante las desinformaciones sobre América de los europeos junto con otros ilustrados novohispanos de la segunda mitad del siglo XVIII, entre los que se encontraban los jesuitas Francisco Javier Alegre y Francisco Javier Clavijero, el oratoriano Juan Benito Díaz de Gamarra, el presbítero secular Juan José de Eguiara y Eguren, y el científico y periodista José Ignacio Bartolache: GERBI 1982.
  18. Uno de los fines con que me dediqué a publicar la Gaceta de literatura fue comunicar a la Patria aquellos descubrimientos útiles que se ejecutaban en Europa, y participar a ésta ciertos conocimientos de las artes, que se ven establecidos por los indios, o que les dieron a conocer los sabios españoles que introdujeron aquí algunas": TRABULSE 1985.
  19. Se extraña por ejemplo, que el Antiastrólogo, denomine al astrólogo "Nahuatlato" de las estrellas y anota: "Ignoro el motivo que tuvo el traductor para mezclar en el castellano la presente voz, cuando tenemos la de Intérprete, acaso sería por conservar la falsilla (?) de su Carta", Diario Literario, núm. 4, 8-IV-1768.
  20. Cfr. CLÉMENT 1997, pp. 153-160.
  21. Sobre el desarrollo doctrinal teológico vid. SARANYANA 2005.
  22. En 1768 animó a los propietarios de minas a asociarse y establecer premios a los inventores de sistemas o máquinas que disminuyeran costos o mejoraran la calidad del metal. Apuntaba al Gremio de Minería, erigido ocho años después por Carlos III (Real Cédula del 1-VI-I776); del que nacería el Colegio de Minería proyectado por Joaquín Velásquez de León catedrático de Matemáticas de la Universidad mexicana, amigo de Alzate, y por Juan Lucas de Lessaga, centro que desarrolló los estudios y promovió la investigación, mereciendo las alabanzas de Humboldt: cfr. LUQUE ALCAIDE 1970, pp. 357-386.
  23. Alzate publicó en el primer número de sus Observaciones sobre la Física, Historia Natural y Artes útiles, una traducción en verso castellano de la Égloga VIII, Phannaceutrix, de Virgilio, hecha por el P. Diego José Abad, sj., uno de los eminentes jesuitas mexicanos expulsos: AGÜEROS 1910, p. 418. Es significativo también el grabado que inserta en la primera página del núm. 5 con motivos ignacianos.
  24. BENEDICTO XIV, De servorum Dei beatificatione et beatorum canonizatione, Editio novissima, Typographia Bassanensi (s.l.) 1766 (Bononiae 1734-1738). Alzate Apoya la legitimidad de acudir a causas físicas de los terremotos remitiendo al lib. IV, parte 1, cap. 25, núm. 17 y 27, del libro del Papa Lambertini.
  25. Indica que fue leído el 28 de febrero de 1744, remitiendo a la Historia de la Académie des Inscriptions et Belles-Lettres, t. 18.

BIBLIOGRAFÍA

CLÉMENT Jean Pierre. El Mercurio Peruano, 1790-1795. Vol. I. Frankfurt-Madrid. 1997

CRUZ SOTO Rosalba, “Las publicaciones periódicas y la formación de una identidad nacional”, Estudios de Historia moderna y contemporánea de México, 20 (julio-diciembre) 2000

GERBI Antonello. La disputa del Nuevo Mundo, historia de una polémica, 1750-1900. México 1982

LUQUE ALCAIDE Elisa. La educación en la Nueva España en el S. XVIII. Sevilla 1970

RODRIGUEZ KURI Ariel, “La posteridad ha llegado para todos: Historia y conocimiento en cuatro intelectuales mexicanos”, Estudios: filosofía-historia-letras. México 1993-1994

ROJAS RABIELA Teresa, José Antonio Alzate y la ciencia mexicana. México, 2000

SALADINO GARCÍA Alberto, El sabio José Antonio Alzate y Ramírez de Santillana, México, 2001

SARANYANA Joseph Ignasi, (dir.), Carmen-José ALEJOS GRAU, Teología en América Latina, Vol. II/I. Escolástica barroca, Ilustración y preparación de la Independencia (1665-1810). Madrid-Frankurt 2005

TERÁN ELIZONDO Ma. Isabel, Orígenes de la crítica literaria en México: la polémica entre Alzate y Larrañaga. Zamora-Zacatecas, 2001

TRABULSE Elías. Historia de la ciencia en México. S. XVIII. México 1985


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