CARTOGRAFÍA. América en los primeros mapas europeos

De Dicionário de História Cultural de la Iglesía en América Latina
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Las civilizaciones Maya, Azteca e Inca fueron las que, sin la menor duda, en la época prehispánica alcanzaron el mayor desarrollo de todo el Continente americano. Sin embargo ni mayas, ni aztecas, ni incas, elaboraron jamás mapa alguno ni levantaron censos, a pesar de sus evidentes conocimientos matemáticos, manifiestos en sus conocimientos astronómicos y en sus calendarios, y a pesar también de su capacidad pictórica.

Tanto Toribio de Benavente (Motolinía) como Francisco Javier Clavijero hacen referencia a los «libros» de los mexicanos, compuestos de “caracteres y figuras, que ésta era su escritura a causa de no tener letras, sino caracteres.”[1]Lo mismo testimonia fray Bernardino de Sahagún cuando afirma que “esta gente no tenía letras ni caracteres algunos, ni sabían leer ni escribir, comunicábanse por imágenes y pinturas, y todas las antiguallas suyas y libros que tenían de ellas estaban pintados con figuras e imágenes”.[2]

Son varias las hipótesis que, desde diferentes perspectivas, han buscado una respuesta al «porqué» de la carencia de mapas y la realización de censos, ambas estrechamente ligadas al hecho de la carencia de una escritura «fonética». Una de las hipótesis de mayor consistencia es la que expresa el Dr. Caturelli: “…los periodos históricos se cuentan a partir de la aparición de la escritura «alfabética» que manifiesta la separación efectiva del pensamiento y sus símbolos…del pensar diverso de sus símbolos, y del pensar y sus símbolos y la cosa real; por ello la escritura «jeroglífica» sigue siendo una escritura primitiva, no desprendida del todo de la inmediatez entre pensar-signo-cosa. En consecuencia, no hay libros (ni mapas), no existe escritura que es narración histórica, y por ello no se producen todavía documentos que fijen los actos de los hombres.”[3]

Tales son las razones que explican el hecho de que todos los primeros mapas que se elaboraron sobre el Continente Americano (ya sea de todo él o en referencia a alguna de sus regiones), fueron exclusivamente de autoría europea.

Primeros mapas europeos del nuevo mundo

La historiografía sobre los primeros mapas europeos conocidos con referencias concretas al Nuevo Mundo es un campo todavía abierto. Históricamente hablando se debe señalar a Richard Henry Major, bibliotecario geógrafo y comisario de mapas de la colección del Museo Británico a partir de 1844 hasta su jubilación en 1880. Durante ese tiempo publicó una serie de libros relacionados con algunos mapas y otros documentos de importancia histórica.

Desde 1849 hasta 1858, fue el Secretario de la Hakluyt Society. Reconocido a nivel internacional por sus trabajos en el ámbito de la geografía, la cartografía histórica. Entre sus estudios hay que destacar algunos relativos al descubrimiento europeo (portugués, según su estudio) de Australia, así como su «Memoir on a mappemonde by Leonardo da Vinci, being the earliest map hitherto known containing the name of America»:

“The Discovery Of Australia By The Portuguese In 1601.

Memoir on a mappemonde by Leonardo da Vinci, being the earliest map hitherto known containing the name of America.

The life of prince Henry of Portugal surnamed the navigator and its results: Comprising the discovery, within one century, of half the world. With new facts in the discovery of the Atlantic Islands. A refutation of French claims to priority in discovery. Portuguese Knowledge (subsequently lost) of the Nile lakes; and the history of the naming of America.

The voyages of the Venetian brothers, Nicolò & Antonio Zeno, to the northern seas in the XIVth century : comprising the latest known accounts of the lost colony of Greenland and of the Northmen in America before Columbus.

India in the fifteenth century : being a collection of narratives of voyages to India, in the century preceding the Portuguese discovery of the Cape of Good Hope ; from Latin, Persian, Russian, and Italian sources, now first translated into English.”

A partir del siglo XIX, la curiosidad histórica abrió el interés por conocer científicamente las varias expediciones de carácter geográfico o comercial. Entre ellas se debe señalar la inglesa Hakluyt Society,[4]conocida por sus ediciones de textos históricos especializados en la Era de los descubrimientos. Establecida en 1846, esta organización perpetúa el nombre de Richard Hakluyt (1552 - 1616), quien era un autor Inglés, coleccionista, editor y traductor de documentos sobre historia, así como de otros documentos relacionados con viajes y descubrimientos alrededor del mundo.

Mapas Históricos:

1500 a c.1508 - Mapa de Juan de la Cosa 1656 - Mapa de Nicolas Sanson


1500 a c.1508 - Mapa de Juan de la Cosa 1502 - Brasil no Planisfério de Cantino 1507 - América de Waldseemüller 1507 - Brasil de Waldseemüller 1507 - Mapa do Mundo de J. Ruysch 1511 - Planisfério de Jerônimo Marini 1519 - Brasil no Atlas Português (Miller) 1520 - Mapa de Giacomo Gastaldi 1529 - Carta Universal de Diego Ribero 1534 - Carta Náutica de Gaspar Viegas 1547 - Atlas de Nicolas Vallard 1562 - Brasil por Diego Gutiérrez 1574 - Mapa de Luís Teixeira 1582 - Girolamo Porro, Costa do Brasil 1589 - Mapa de Boazio Baptista 1595 - América do Sul de J. Hondius 1598 - Brasilia de Barent Langenes 1620 a 1640 - Carta Náutica de Albernaz 1640 - Atlas do Brasil de 1640, Albernaz 1656 - Mapa de Nicolas Sanson 1664 - América do Sul por Joan Blaeu 1749 - Mapa das Cortes 1780 - Brasil Meridional, Raynal & Bonne 1799 - América por I. Evans 1828 - Mapa do Brasil e Paraguay, inglês 1872 - Mapa do Brasil, censo 1892 - Mapa oficial do Brasil 1893 - Mapa do Brasil, Comissão Cruls 1894 - Mapa Político, por Élisée Reclus 1908 - Mapa dos Estados Unidos do Brasil 1910 - Carta da Viação Férrea do Brasil 1911 - Mapa do Brasil, Hartmann-Reichenbach 1915 - Mapa em cartão postal 1923 - Geographia-Atlas do Brasil 1927 - Mapa Político do Brasil 1941 - Mapa do Brasil, Lello Editores 1944 - Mapa das Redes Postal e Telegráfica 1979 - Mapa Político do Brasil


El mapa de Juan de la Cosa; primero en representar al Nuevo Mundo

Además de la gran variedad de útiles náuticos del Museo Naval de Madrid, y que representan como pocos la grandeza naval de una nación con la tradición marítima de España a lo largo de su historia, destaca como su mayor pieza cartográfica el Mapa elaborado por Juan de la Cosa, el primero en mostrar cartográficamente al Nuevo Mundo entonces recién descubierto.[5]


Esta carta elaborada por el experimentado marino cántabro allá por el año 1500 se ha convertido no solo en una de las joyas de la corona del museo madrileño, sino en un documento de un valor artístico e histórico incalculable. La representación de aquellas tierras «plus ultra» sumadas a los territorios europeos, asiáticos y africanos, podría haber tenido por objetivo el mostrar a sus majestades, los Reyes Católicos, los territorios descubiertos por la corona allende los mares.

El territorio americano -representado en un color verde esmeralda- viene acompañado por una profusa descripción de todos los accidentes geográficos conocidos en el Nuevo Mundo. No en vano, De la Cosa formó parte de al menos dos de las travesías de Colón, y participó a su vez en los llamados «viajes menores» junto a otros marinos ilustres de la época como Alfonso de Ojeda. Los conocimientos resultantes de sus alrededores de siete viajes a los espacios recién descubiertos fueron determinantes a la hora de realizar la carta.

Con respecto a la representación de los otros continentes y espacios en el mapa, los mismos aparecen decorados con motivos variados (rosas de los vientos, reyes, personajes bíblicos, navíos) los cuales eran muy del gusto de la época, así como de uso recurrente en la cartografía. También debe destacarse el conocimiento que demuestra el marino en la representación de territorios como África, en donde pone en relieve los últimos hallazgos geográficos llevados a cabo por navegantes portugueses: “Eran los principales competidores de España por el dominio del mar durante esta época”.[6]

Documentos y mapas portugueses, y el nombre de «América»

De especial importancia es la carta de Pero Vaz de Caminha al rey Don Manuel I; fue escrita entre el 26 de abril y el 2 de mayo de 1500 y consta de 27 folios. Llega a Lisboa en la nave de Gaspar de Lemos, en cuanto Cabral iba para la India. Pero Vaz de Caminha era el escribano encargado de redactar la relación del viaje mandado por Pedro Álvares Cabral.[7]Esta carta es el primer documento que describe la llegada de los portugueses al Brasil, mencionando la tierra y el pueblo. La ortografía portuguesa original de la Carta corresponde al portugués de la época, hoy casi incomprensible por lo que existen transcripciones modernas.

La historiografía corriente considera a Álvares Cabral como el primer descubridor europeo del Brasil, sin embargo existen hoy día estudios históricos que afirman la llegada a sus costas de otros navegantes europeos poco antes. Por ejemplo, el manuscrito «Esmeraldo de Situ Orbis», del navegante portugués Duarte Pacheco Pereira (1460-1533), que menciona un viaje en 1498 en el que cita tierras que podrían ser parte de la costa litoral de la región del Amazonas y de Maranhão.

Otras investigaciones históricas apuntan a que los navegantes españoles Vicente Yáñez Pinzón (1462-1514) y Diego de Lepe (1440-1515) habrían sido los primeros europeos a desembarcar en las costas brasileñas en enero de 1500, en el lugar del actual Pernambuco, tres meses antes que Cabral y sus marineros.

Los primeros mapas conocidos en los que aparecen los territorios de Brasil fueron publicados a partir de 1502, considerando la expedición de Gonçalo Coelho, en la que participó Américo Vespucio. Los textos de Vespucio describen las tierras que él llama del Nuevo Mundo y que constituyeron un éxito en Europa.

Tal vez Vespucio habrá sido el primero en afirmar que las nuevas tierras, descubiertas por Colón, y luego las costas del actual Brasil por Cabral, no eran las de la India sino otro Continente. Una teoría, quizá la más difundida, deduce que el cartógrafo alemán Martin Waldseemüller, admirando la riqueza de las cartas de Vespucio, bautizó parte de la actual América del Sur en su homenaje con el nombre de América. Y este nombre fue colocado por vez primera sobre la parte del actual Brasil.

Pero también es cierto que Américo Vespucio, poco después, fue nombrado por el rey español Fernando el Católico «Primer Piloto Mayor» de la Casa de Contratación de Sevilla, y por tanto responsable de la sección de cartografía; por esa razón y para certificar la veracidad de «las» mapas de la geografía que estaba siendo develada, puso su nombre y firma en muchos de tales mapas que él revisó: «una mapa» de Américo era garantía de veracidad. La Casa de Contratación “…fue ampliando sus actividades (a partir de 1503) hasta llegar a constituir un gran centro de estudios geográficos y cosmográficos, a la labor de cuyos integrantes se debe el desarrollo que alcanzaran la cartografía y los estudios náuticos a mediados del siglo XVI.”[8]

Gran parte de los primeros mapas conocidos de la América Lusitana son, en verdad, productos secundarios. Los mapas detallados, usados por los portugueses, eran constantemente actualizados en las «cartas padrões d'El-Re», guardados en los «Armazéns da Casa da Mina e Índia», pero no han llegado hasta nosotros. El mapa más antiguo de Brasil es un fragmento de un autor anónimo, confeccionado clandestinamente por petición de un comerciante de caballos y espía que contrabandeaba secretos de estado portugueses para Italia, apellidado Cantino. El mapa muestra lo que los portugueses conocían de Brasil en 1502.

El planisferio de Cantino

El «planisferio de Cantino», también conocido como «mapa de Cantino», es un mapamundi que muestra la geografía tal como era conocida por los portugueses de principios del siglo XVI. Su fecha de elaboración es incierta, y el cartógrafo que lo trazó es anónimo, probablemente de origen portugués. Se ha propuesto que pudiera ser Pedro Reinel, con base en coincidencias de estilo con mapas firmados por dicho cartógrafo.

Lo que es seguro es que el mapa fue llevado a Italia en 1502 por Alberto Cantino, un agente del italiano duque de Ferrara que consiguió llegar a ser secretario particular del rey portugués Manuel I. El mapa lleva la inscripción «Carta da navigar per le Isole nouam tr [ovate] in le parte de l'India: dono Alberto Cantino al S. Duca Hercole».

El mapa es notable por representar con gran precisión zonas del mundo hasta entonces poco exploradas por los europeos. La costa de Brasil aparece parcialmente trazada, confirmando la conjetura de Pedro Álvares Cabral, que dos años antes afirmó que Brasil no era solo un territorio pequeño, sino quizás un continente que se extendía mucho más al sur. La información contenida en el mapa tenía entonces un gran valor, y tuvo un gran impacto en las relaciones comerciales de Italia con Portugal en esa época.

En el planisferio de Cantino aparecen varios datos notables, que han llevado a muchas conjeturas sobre el origen de la información contenida sobre la exploración europea. Un ejemplo es que el mapa parece incluir la península de Florida en 1502, cuando el descubrimiento de Florida es atribuido a Juan Ponce de León en 1513. Esto ha llevado a pensar en exploraciones portuguesas clandestinas, que habrían tenido lugar entre 1497 y 1498, aunque también podría tratarse de Asia, explícitamente fusionada al continente americano en otros mapas de la época, como el de Johann Ruysch o el planisferio de Contarini.

Por otra parte, el continente africano aparece notablemente bien trazado, y su línea costera es delineada con un detalle sorprendente para la época (con errores de menos de 45 km). El planisferio de Cantino se encuentra en la Biblioteca Estense de Módena (Italia), donde ha sido resguardado desde 1868.

Mapa de Martin Waldseemüller

Martin Waldseemüller,[9]fue un geógrafo y cartógrafo alemán que por vez primera puso el nombre de América en un mapa publicado en 1507: «Universalis Cosmographia», en el que también se presentaba por primera vez al Nuevo Mundo separado de Asia.

Waldseemüller estudió en la Universidad de Friburgo, si bien no hay constancia de los estudios que cursó. Con todo, debió de estudiar geografía y matemáticas, a la vez que cosmografía. Allí entró en contacto con Mathias Ringmann, con quien se trasladó a la colegiata de Saint-Dié-des-Vosges, en pleno corazón de los Vosgos, en el Ducado de Lorena. El monasterio era un centro del movimiento humanista, en cuyo Gymnasium (escuela de nivel secundario) trabajó como profesor y cartógrafo.

Su trabajo más importante es la «Universalis cosmographia secundum Ptholomaei traditionem et Americi Vespucii aliorumque lustrationes», que publicó en 1507 junto a un pequeño globo terráqueo impreso en husos con los cuales se podía construir la esfera, acompañados de un tratado geográfico llamado «Cosmographiae Introductio», cuya redacción suele atribuirse a Ringmann.

Utilizando mapas anteriores, especialmente el planisferio de Caverio y un planisferio de Henricus Martellus no conservado, el mapa elaborado por Waldseemüller constaba de 12 paneles grabados en madera para formar un mural, y de él se hizo una importante tirada distribuyéndose más de mil ejemplares. Por primera vez América aparecía inequívocamente separada de Asia y rodeada de agua. Un estrecho dividía el continente en su parte central; sin embargo, en la parte superior del mapa, en una segunda representación a menor escala de la Tierra dividida en dos hemisferios, junto a los retratos de Ptolomeo y Vespucio, el estrecho desaparecía haciendo de América un continente unido.

El tratado contenía además los «Americi Vespucii navigationes Quattuor» (Cuatro viajes de Américo Vespucio), un relato de los viajes del navegante italiano, aunque su autenticidad se ha puesto en duda. En las tres obras aparecía por primera vez el nombre de América aplicado a las tierras que se acababan de explorar, considerando a Américo Vespucio como su descubridor. Perdido durante mucho tiempo, en 1901 el estudioso de la cartografía Joseph Fischer encontró el único ejemplar subsistente en el castillo de Wolfegg, en la Alta Suabia, que fue adquirido en 2001 por la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos por 10 millones de dólares.[10]

El globo terráqueo publicado posiblemente junto con el propio tratado, pues alude a él en su introducción, constaba de una hoja con un planisferio recortable en forma de husos o gajos a fin de componer con ellos una pequeña esfera. En él figura también el nombre de «América» como denominación del nuevo continente, pero la disposición del «occeanus occidental» al oeste de América hace que su localización resulte confusa.

Se conservan de él cinco copias, todas ellas íntegras. La primera de estas hojas en ser descubierta, en 1871, se encuentra actualmente en la biblioteca James Ford Bell de la Universidad de Minnesota.[11]Otra, hallada dentro de un atlas de Ptolomeo, se encuentra en Múnich en la biblioteca nacional de Baviera. Un tercer ejemplar fue descubierto en 1992, encuadernado en una edición de las obras de Aristóteles en la biblioteca pública de Offenburg. El cuarto ejemplar conservado salió a la luz en 2003, después de que su propietario leyese en el periódico un artículo sobre el mapa de Waldseemüller.

Fue subastado en Charles Frodsham & Co. por 1.002.267 dólares, el precio más alto pagado por un mapa de una hoja. El último en aparecer, con ligeras variantes respecto de los anteriormente conocidos, fue presentado en julio de 2012. Fue localizado en la biblioteca de la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich, que ha publicado una versión digital.[12]

De 1507 a 1513 Waldseemüller trabajó en la preparación una nueva edición latina de la «Geographia» de Ptolomeo. En tanto que Mathias Ringmann se encargaba de las enmiendas al texto, él se ocupó de dibujar veinte nuevos mapas para formar con ellos un verdadero «atlas», en uno de los cuales, titulado «Tabule Terre Nove», rectificaba la atribución del descubrimiento a Américo Vespucio.

Waldseemüller no utilizaba ya el nombre de «América», sino que lo había sustituido por el de «Terra Incognita», y en una nota aclaratoria añadía que “esta tierra y las islas adyacentes fueron descubiertas por el genovés Colón, por mandato del rey de Castilla”. Como en el mapa pequeño de 1507, el continente se presentaba unido e independiente de Asia, pero hacía algunas correcciones en las líneas de los trópicos.

Adjunto al atlas de Ptolomeo editado en Estrasburgo en 1513, Waldseemüller publicó un nuevo planisferio con el estilo de las cartas náuticas que surgieron en Europa en el siglo XIII: «Orbis typus universalis iuxta hydrographorum traditionem», con notables diferencias respecto del publicado en 1507, lo que hace pensar que pudiera haber sido dibujado con anterioridad, hacia 1505-1506. La introducción al atlas indica que la información para las nuevas tierras procede del «almirante», en alusión probablemente a Cristóbal Colón. Se trata también de la primera carta náutica impresa, precediendo en 3 años a su Carta Marina Navigatoria de 1516.

Groenlandia es aquí una península de Europa, las Antillas únicamente se representan por tres islas: Isabella (Cuba), Spagnola (La Española) y una tercera sin leyenda; y de América del Sur solo se muestra la costa nordeste, hasta «Alta pago de S. Paulo». Sin embargo, al sur de Asia, India y Sri Lanka se representan de forma más moderna que en el planisferio de 1507, conservando mejor sus proporciones.[13]

Carta Marina de 1516

La «Carta Marina» de Martin Waldseemüller de 1516 supone un notable cambio respecto a las anteriores concepciones de su autor. Rompe con la tradición ptolemaica y pasa a tomar como modelo el planisferio de Caverio. Asigna el Descubrimiento de América a Cristóbal Colón en vez de a Vespucio y elimina el nombre de América para el Nuevo Mundo.

Siguiendo las tesis colombinas, parece dudar de que se trate realmente de un continente diferenciado, colocando en América del Norte una inscripción que dice «Terra de Cuba-Asie Partis», retornando al tiempo a la concepción peninsular de la isla de Cuba y a la división del continente por un paso interoceánico, influido quizá por la mayor ortodoxia ptolemaica de los cartógrafos italianos, o por faltarle nuevos informes de los marinos portugueses.[14]

Mapamundi de Domingos Teixeira (1573)

Otro mapa históricamente importante es el Mapa Mundi de Domingos Teixeira,[15](no confundir con Pedro Teixeira Albernaz)[16]. El autor fue discípulo del cartógrafo Juan Bautista Labaña, también portugués, que daba clases en la Academia Real Mathematica de Madrid. Domingos Teixeira fue un cartógrafo portugués al servicio de Felipe IV de España. El mapa de referencia fue hecho por este cartógrafo en 1573, poco antes de ser súbdito de Felipe II, al convertirse este en rey de Portugal en la Batalla de Alcántara (1580). Está hecho y pintado a mano sobre una pieza de pergamino, y se conserva en la Biblioteca Nacional de Francia.

Es uno de los primeros mapamundis completo, mostrando la ruta de las especias, tanto la portuguesa de Vasco da Gama con sus posesiones, como la española de Fernando de Magallanes; muestra la tierra magallánica aún no circunnavegada por Diego Ramírez de Arellano, quien la bautizó como «Isla de Xátiva». En este mapamundi se puede observar el alcance del meridiano de Tordesillas, tanto por el lado de América (Brasil) como por el lado de Filipinas, que serían de Portugal, según la interpretación portuguesa del Tratado de Tordesillas que incluían aquellos territorios en «su» hemisferio.

Mapamundi de Leonardo da Vinci

El Mapamundi de Leonardo da Vinci es un mapa «tipo octante»,[17]fechado aproximadamente en 1514 y que se ha pretendido relacionar con el descubrimiento de América o, cuando menos, con los primeros usos del nombre. Henry Harrise en su obra de 1892 alude a la imposibilidad de que el mapa, en realidad “sections of a rude and elementary globe”, recogidos entre los papeles de Leonardo da Vinci y conservados en Londres, hubiese sido dibujado por el propio Leonardo.

Ha sido citado por Eugène Müntz quien señala la opinión de R. H. Major sobre la autoría de Leonardo: “an opinion «now» entirely abandoned” (ese «now» es esa actualidad del año 1898), ya que a partir de Nordenskjold, en el siglo XX, media docena de autores han dicho lo contrario, y en el siglo XXI, la autoría de la proyección octante por parte de Leonardo habría quedado demostrada por Christopher Tyler. De hecho, hay un boceto de la misma en una página de los manuscritos del «Codex Atlanticus», hecho de la mano de Leonardo, siendo el boceto de Leonardo, la primera descripción conocida de la proyección octante.

El mapa fue publicado en 1865 por R. H. Major que defendió la autoría de Leonardo da Vinci, destacando la temprana utilización del nombre de América, propuesto por Hylacomilus en 1507, cuyo mapa no fue descubierto hasta 1901, por lo tanto la aseveración de Major era cierta en 1865.[18]

Escuela de cartografía de Dieppe

La École de Cartographie de Dieppe (escuela de cartografía de Dieppe) es famosa por la producción de una gran serie de mapamundis, conocidos como «Cartas de Dieppe» [o mapas], realizados en la ciudad portuaria francesa de Dieppe durante el siglo XVI. Dieppe era conocida en ese momento por sus ricos armadores, como Jean Ango, y por sus navegantes, igualmente famosos, como Jean Cousin o Jean Parmentier.

Las cartas de Dieppe fueron dibujadas entre 1540 y 1585 por cartógrafos importantes, como Pierre Desceliers, Jean Rötz, Guillaume Le Testu, Nicolas Desliens, Nicolas Vallardi o Jacques de Vau Claye. Esos portulanos y globos fueron encargados por ricos mecenas, armadores de Portugal y Francia, y por los servicios reales de Enrique II de Francia y Enrique VIII de Inglaterra.

Planisferio de Caverio

El planisferio de Caverio o Canerio, fue dibujado entre 1504-1505 por el cartógrafo genovés Nicolaus de Caverio, representando el mundo conocido por los occidentales en 1502-1504. Toma como modelo el Planisferio de Cantino, ligeramente actualizado, con la mayor parte de sus anotaciones topográficas en portugués. Forma parte de las antiguas colecciones del Servicio Hidrográfico de la Marina conservadas en la Biblioteca Nacional de Francia.

La abundancia de inscripciones en portugués sugiere que pudo haberse realizado en Portugal. La recogida de informaciones proporcionadas por Fernando de Noronha en 1504 indica una fecha probable de realización entre 1504-1505. Por otra parte, la falta de continuidad en las costas de América Central y del Sur, demuestra que a su autor no le habían llegado aún noticias de los viajes de Juan de la Cosa a los golfos de Darién y Uraba el mismo año 1504.

El planisferio de Caverio es la fuente principal del mapa de Martín Waldseemüller, publicado en 1507, y fue utilizado también en la confección de otros mapas del primer cuarto del siglo XVI, en los que se encuentra la misma incorrecta configuración de la Florida, el Golfo de México y la península de Yucatán.

Geografía de Ptolomeo Jan de Stobnica La «Geografía de Ptolomeo» es el primer documento donde, imitando una de las ilustraciones menores de la Universalis Cosmographia de Martín Waldseemüller, figura un mapa de América del Norte y del Sur mostrando explícitamente la conexión por un istmo de ambos continentes.

Habiendo estado perdido durante mucho tiempo el mapa de Waldsemüller, se tuvo al «mapa de Stobnica» como el primero en mostrar América —o la «Terra Incognita»— como un continente separado de Asia.

Esta Cosmographia de 1512 es la más preciada obra polaca de la New York Public Library. Es una de las más antiguas referencias conocidas de América del Norte con el golfo de México delimitado por la península de la Florida, curiosamente etiquetada como «Isabella», nombre que correspondería a la Cuba de la época, que, sin embargo, deja en blanco.

NOTAS

  1. Toribio de Benavente, Historia de los Indios de la Nueva España, p.2; Francisco Javier Clavijero, Historia antigua de México, p. 530 y ss.
  2. Bernardino de Sahagún, Historia general de las cosas de la Nueva España, Libro X, Relación del autor digna de ser notada, n° 31 (p. 583), Ed. Porrúa, 6 edición
  3. Alberto Caturelli. El Nuevo Mundo. Ed. Edamex, México, 1991, p. 30
  4. La actividad principal de la Hakluyt Societyt está especializada en la publicación de libros de relatos de viajes (de fuentes primarias) de exploradores, navegantes y aventureros de todo el mundo. Los temas están dirigidos tanto a la geografía, a la antropología como a la historia natural de las regiones visitadas.
  5. Mapa de Juan de la Cosa – ABC, RODRIGO ALONSO - @abc_historia ,Madrid13/07/2017.
  6. RODRIGO ALONSO, en @abc_historia, Madrid13/07/2017. Con la llegada del siglo XIX el mapa desapareció misteriosamente. Se cree que pudo ser robado por las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia contra la invasión napoleónica debido a su posterior aparición en París. Fue en la capital francesa donde el barón de Walkenaer, embajador holandés destinado en el país galo, encontró el desaparecido tesoro español en el año 1832. Tras la muerte del diplomático, el hispano Ramón de la Sagra puso en conocimiento de las autoridades españolas el paradero de la carta, la cual fue finalmente comprada en subasta por parte del Depósito Hidrográfico por algo más de 4.000 francos.
    Hoy se encuentra en el Museo Naval de Madrid. Con la inauguración del Museo Naval de Madrid de manos de la reina Isabel II el 19 de octubre de 1843, la carta de Juan de la Cosa llegó al mismo. Los mapas han formado parte fundamental de una gran variedad de útiles necesarios para la navegación, así como la importancia de las matemáticas aplicadas al gobierno de un barco y otros muchos elementos necesarios para llevar a cabo las empresas marítimas. Varios hitos históricos están relacionados con la tradición naval española; como es el caso de la triangulación del Ecuador realizada por Jorge Juan y Antonio de Ulloa (1736-1745) o la expedición realizada por A. Malaspina y J. de Bustamante y Guerra entre los años 1789 a 1791.
  7. Pedro Álvares Cabral, (nacido en 1467/68, Belmonte, Portugal— fallece en 1520, Santarém?), navegante portugués al que se le atribuye generalmente haber sido el primer europeo que tocó las costas de Brasil el 22 de abril de 1500). Era hijo del hidalgo Fernão Cabral y de Isabel de Gouveia.
  8. Vicente D. Sierra. Así se hizo América. Ed. Cultura Hispánica, Madrid, 1950, p. 130
  9. nació en Wolfenweiler, Alemania, en 1470, y falleció en Saint-Dié-des-Vosges, Francia, el 16 de marzo de 1520
  10. VV. AA., Cartografía histórica del encuentro de dos mundos, Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, México e Instituto Geográfico Nacional, España, 1992, ISBN 84-7819-044-9, págs. 79-84.
  11. Citas tomadas de las referencias en la nota 5, supra.
  12. Datos tomados de las referencias en la nota 5, supra.
  13. Datos tomados de las referencias en la nota 5, supra.
  14. Datos tomados de las referencias en la nota 5, supra.
  15. Nació en Lisboa, en 1595 , y falleció en Madrid en 1662
  16. Pedro Texeira, junto con Felipe Pereda y Fernando María, compuso en 1614 «El atlas del rey planeta: descripción de España y de las costas y puertos de sus reinos de Pedro Texeira.
  17. La proyección octante o proyección en octantes, es un tipo de proyección propuesta la primera vez, en 1508, por Leonardo da Vinci en su Codex Atlanticus. La autoría de Leonardo quedaría demostrada por Christopher Tyler, quien declaró "Para esas proyecciones fechadas después de 1508, sus dibujos deben considerarse efectivamente los precursores originales...". De hecho, hay un boceto de la misma en una página de los manuscritos del Codex Atlanticus, hecho de la mano de Leonardo, siendo ese boceto de Leonardo, la primera descripción conocida de la proyección octante. La misma página del Códice contiene bocetos de otras ocho proyecciones del globo (las conocidas a finales del siglo XV), estudiadas por Leonardo, que van desde la proyección cónica plana de Tolomeo a la propuesta por Rosselli.
    La proyección no es ni conforme ni de igual área, compuesta por arcos circulares unidos, sin meridianos ni paralelos intermedios, en la que la superficie esférica de la Tierra se divide en ocho octantes, cada uno aplanado en forma de un triángulo Reuleaux. Si se transfiere a un soporte elástico, sería posible cubrir con ellos la superficie de un modelo del globo terráqueo.
    Los ocho triángulos están orientados de una manera similar a la de dos tréboles de cuatro hojas uno al lado del otro, estando los polos de la tierra situados en el centro de cada trébol. Un lado de cada uno de los ocho triángulos, (el opuesto al centro del pseudo trébol), es un cuarto del ecuador, los dos restantes (los que convergen en el centro del pseudo trébol), son la cuarta parte de los dos Meridianos que con el ecuador diseccionan el mundo en los ocho octantes.
  18. Datos tomados de: Proyectos Wikipedia Commons: Multimedia: Codex Atlanticus, “Codice Atlántico”: Datos Q153028, donde se ofrece una amplia referencia de fuentes de Archivo, a partir de la Veneranda Biblioteca Ambrosiana de Milán (Leonardo Ambrosiana.it): “Codex Atlanticus”; “Sala Federiciana”; biblioteca Nacional de España (BNE.es.). “Producción manuscrita de Leonardo” VV. AA., Cartografía histórica del encuentro de dos mundos, Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, México e Instituto Geográfico Nacional, España, 1992, ISBN 84-7819-044-9, págs. 79-84.

REFERENCIAS

  • Geburtsort und Sterbedatum laut: Martin Lehmann: Die Cosmographiae Introductio Matthias Ringmanns und die Weltkarte Martin Waldseemüllers aus dem Jahr 1507. Ein Meilenstein frühneuzeitlicher Kartographie. Dissertation, Freiburg 2010. Zitiert nach: uni'leben. Zeitung der Universität Freiburg. 02/2010, S. 8, ISSN 0947-1251
  • Maps&Mapmakers * Martin Waldseemuller, University of Minnesota
  • «Unexpected find in LMU Library: Rare map related to America's "birth certificate"», Ludwig-Maximilians-Universität München
  • Waldseemüller, Martin, «Globensegmente».
  • «Library of Congress Acquires Only Known Copy of 1507 World Map Compiled by Martin Waldseemüller», The Library of Congress, 23 de junio, 2001.
  • The Map that Named America, The Library of Congress, boletín, septiembre, 2003.
  • Cosmographiae introductio en Google books.
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  • MUNTZ, EUGENIO (1898). Leonardo Da Vinci * Artist, Thinker, and Man of Science. Parkstone International, 2018 edition. pp. 681-. ISBN 978-1-78310-503-8; EUGÈNE MÜNTZ (1898). Leonardo da Vinci. Parkstone International * 2012 edition. pp. 97-. ISBN 978-1-78160-387-1.
  • MUNTZ, EUGENIO (1898). Leonardo Da Vinci, El Sabio, El Artista, El Pensador. CIRCULO LATINO, edición de 2005. pp. 317-. ISBN 978-84-96129-62-7.
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  • MAJOR, RICHARD HENRY (1865). Memoir on a mappemonde by Leonardo da Vinci, being the earliest map hitherto known containing the name of America, now in the Royal Collection at Windsor. (pdf). London: J.B. Nicholls and Sons. Consultado el 21 de marzo de 2015.
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