Diferencia entre revisiones de «CALDERÓN DE LA BARCA, Erskine Frances, Marquesa de»

De Dicionário de História Cultural de la Iglesía en América Latina
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==CALDERÓN DE LA BARCA, Erskine Frances, Marquesa de. (Edimburgo, 1806; Madrid, 1882)==
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Originaria de Edimburgo, Escocia, y establecida con su familia en Boston, hizo amistad con el historiador William H. Prescott y el hispanista George Ticknor. En dicha ciudad se casó con don Ángel Calderón de la Barca, primer ministro plenipotenciario de España en México, adonde llegaron a fines de diciembre de 1839, y permanecieron aquí hasta mediados de enero de 1842. A su regreso a los Estados Unidos se convirtió del protestantismo al catolicismo, acompañó a su esposo a España y, viuda en 1861, tuvo actuación destacada como educadora y dama de compañía de la infanta Isabel, a la que acompañó al destierro. Alfonso XII le concedió en 1878 el título de ''Marquesa de Calderón de la Barca'', que es como se le conoce.  
 
Originaria de Edimburgo, Escocia, y establecida con su familia en Boston, hizo amistad con el historiador William H. Prescott y el hispanista George Ticknor. En dicha ciudad se casó con don Ángel Calderón de la Barca, primer ministro plenipotenciario de España en México, adonde llegaron a fines de diciembre de 1839, y permanecieron aquí hasta mediados de enero de 1842. A su regreso a los Estados Unidos se convirtió del protestantismo al catolicismo, acompañó a su esposo a España y, viuda en 1861, tuvo actuación destacada como educadora y dama de compañía de la infanta Isabel, a la que acompañó al destierro. Alfonso XII le concedió en 1878 el título de ''Marquesa de Calderón de la Barca'', que es como se le conoce.  

Revisión del 16:40 29 may 2014


(Edimburgo, 1806; Madrid, 1882)


Originaria de Edimburgo, Escocia, y establecida con su familia en Boston, hizo amistad con el historiador William H. Prescott y el hispanista George Ticknor. En dicha ciudad se casó con don Ángel Calderón de la Barca, primer ministro plenipotenciario de España en México, adonde llegaron a fines de diciembre de 1839, y permanecieron aquí hasta mediados de enero de 1842. A su regreso a los Estados Unidos se convirtió del protestantismo al catolicismo, acompañó a su esposo a España y, viuda en 1861, tuvo actuación destacada como educadora y dama de compañía de la infanta Isabel, a la que acompañó al destierro. Alfonso XII le concedió en 1878 el título de Marquesa de Calderón de la Barca, que es como se le conoce.

Sumamente observadora, sostuvo desde México copiosa correspondencia con su familia, de la que se publicaron cincuenta y cuatro cartas bajo el título de Life in México, during a Residence of Two Years in that Country. By Mme. C. de la B. Boston, 1843, 2 vols. De esa obra se han hecho muchas ediciones, también en español con el título de La Vida en México. En la quinta carta describe el traje de la «China Poblana», la legendaria princesa india que vino como esclava del capitán Miguel Sosa, el cual le dio una esmerada educación, hasta constituirse en un modelo de virtud para la sociedad de Puebla. "El traje de la campesina es hermoso, especialmente en los días festivos. Una camisa de muselina blanca, adornada con encajes alrededor de la cintura, el cuello y las mangas". La China Poblana está enterrada en la iglesia jesuita del Espíritu Santo de Puebla, con una lápida muy encomiástica: "A Dios Optimo Todopoderoso Guarda este sepulcro a la venerable en Cristo Virgen Catarina de San Juan, que la tierra del Mogor le dio al mundo y la Puebla de los Ángeles al cielo Después de vivir 82 años, amada principalmente de Dios y no menos de los hombres, humilde y pobre en la esclavitud, aunque ilustre por su sangre real, acaeció su fallecimiento, seguido de gran aclamación por parte del pueblo y del clero, en la víspera de los tres Santos Reyes, el año de 1688".

Hay quien se indigna porque se atribuyen a Catarina de San Juan muchas obras de caridad, ya que era muy pobre y se mantenía con el producto de los bordados que salían de su mano, labor siempre mal pagada, y es que toman caridad por la entrega material de cantidades de dinero, y no por lo que es: amor, amor de Cristo, que Mirrha dio abundantemente a los pobres, que lloraron su muerte. La marquesa de Calderón de la Barca describe también con pinceladas plenas de colorido los paseos y lugares bellos de la ciudad. De la Calzada de Guadalupe afirma que es "sumamente concurrida y bella, con carruajes vistosísimos, tirados por percherones de gran alzada, ómnibus amarillos de dieciséis asientos, a manera de barcos, simones de pesadas ruedas, que se abren paso majestuosamente, entre los numerosos transeúntes". En carta de enero de 1840 comenta, hablando del Congreso Constituyente instalado en el Palacio Nacional "Frente a la silla del Presidente se encuentra una imagen de cuerpo entero de Nuestra Señora de Guadalupe"


ENCICLOPEDIA GUADALUPANA


pp. 167-168