BULA

De Dicionário de História Cultural de la Iglesía en América Latina
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¿Qué es una Bula?

La Bula como sello de plomo

“Bula” es el sello de plomo que cuelga de un documento. Con este nombre de “Bula” se entiende –por extensión – el mismo documento. El uso de sellos de plomo arranca de una costumbre bizantina en tal sentido; ya se usaban tales sellos en el siglo IV. Los Papas lo usan en sus documentos, al menos a partir del siglo VI, uso continuado hasta hoy por la Cancelería Apostólica. Este uso lo encontramos también en la República de Venecia por los arzobispos de los territorios bizantinos de la Italia meridional y central, notarios de diversas partes de Italia (por influjo bizantino), los reyes de Italia (siglo IX), los reyes de Castilla, y algunas ciudades y municipios italianos por concesión pontificia.

Este sello se fabricaba comprimiendo una lámina de plomo (o un globo, y de aquí viene el nombre de “bula”) entre dos láminas matrices impresas o labradas para obtener un disco aplastado con impresiones en relieve por ambas partes. Además del plomo, fue usado en algunas raras ocasiones el oro, la plata dorada y muy raramente la misma plata. La impresión en estos metales era más laboriosa que con el plomo y hecha con técnicas diversas. La colección más importante de las bulas de oro se encuentra en el Archivo Secreto Vaticano (78 ejemplares). Los papas han usado muy raramente las bulas de oro.

La “bula” [sello] pontificia más antigua conocida, es del papa Agapíto (535), que se conserva solamente como dibujo; el ejemplar más antiguo original pertenece al papa Adeodato (615-618), con el grabado por un lado del Buen Pastor, y por el otro del nombre del Papa. Hasta mitad del siglo IX, las “bulas” llevaban grabado por un lado el nombre del Papa en genitivo y por el otro la escritura “PAPAE” con dos pequeñas cruces.

León IV (847-855) y Benedicto III (855-958) hacen escribir su nombre en forma de monograma; luego, hasta el siglo XI, se escribe en nombre del Papa en forma circular alrededor de una estrella. León IX (1048) añade a su nombre el número ordinal (IX), y en las “bulas” de sus inmediatos sucesores se tienen representaciones diversas; normalmente el busto de san Pedro con un versículo de la Sagrada Escritura relativo al primado del Papa. Con Pascual II (1099) se introduce la tipología que luego permanecerá en el tiempo hasta nuestros días, salvo algunas modificaciones de estilo: por la cara (recto) se encuentran las cabezas de los apostóles san Pedro y san Pablo; por el reverso (cruz) el nombre del Papa en caso de ser nombrado - y se verá en que forma -. Como vemos, de aquí viene la expresión española de “cara o cruz”. Paolo II (1464-1471), veneciano, adoptó un tipo diverso siguiendo los ejemplos de los dogi venecianos, pero tal modalidad no tuvo seguimiento.

En la “bula” aparecen por un lado el nombre del Papa: ejemplo: Paschalis PP II; y por el otro las cabezas de los apóstoles: Pedro con la tipología clásica, desde la más remota antigüedad cristiana, de un senador romano o filosofo: cara redonda, pelo y barba rizados y cuidados; Pablo, cara alargada, calvo, con barba larga e inculta. Por encima de cada una de las dos caras aparece la sigla del nombre de cada uno; las caras se miran y las divide una cruz. Los que confeccionaban las “bulas” (sellos de plomo) eran los llamados “bullatores”.

La “Bula” como documento

Se llaman “bulas” todos los documentos que se presenten con un sello según las características señaladas, especialmente los documentos pontificios.El nombre de “bula” se aplica a tales documentos a partir del s. XIII. Nunca se usó oficialmente tal nombre. El nombre oficial es: Apostolicae sub plumbo litterae. El término es genérico y se usa para designar documentos diversos por forma y por contenido, teniendo como elemento común el que tengan el sello de plomo, a diferencia de otros que tienen un sello de cera (los breves) o que no llevan sello alguno de este estilo, como las súplicas, los quirógrafos, el motu-proprio.

Todas las “bulas” comienzan con el nombre del Papa, seguido por las palabras, episcopus, servus servorum Dei, que los Papas han usado regularmente a partir de san Gregorio Magno. Las “bulas” hasta el siglo X se escribían sobre papiro; a partir de la primera mitad del siglo XI se escriben también sobre pergamino; luego serán escritas sólo sobre pergamino, como en la forma actual. Las “bulas” se escriben normalmente en latín. En cuanto al carácter, hasta el siglo XII se usó la escritura llamada “curial romana”; en los siglos XII-XIV se usó la “minúscula diplomática”, en el siglo XV la “gotica cursiva”, desde el siglo XVI al XIX la “escritura bulática”.

Según el objeto y la naturaleza jurídica las “bulas” reciben nombres diversos, que varían según los siglos, por lo que no se puede establecer una nomenclatura general; según las formas diplomáticas (de diploma: documento antiguo) se distinguen en «privilegios» y en «cartas» (también “bullae maiores y bullae minores). Los privilegios constituyen la clase más importante de las “bulas” (recordamos por ejemplo “la bula de Cruzada para España y sus Dominios” con los relativos privilegios sobre ayuno y astinencia); refiriéndose a concesiones o reconocimientos de caracter perpetuo, son redactadas con los caracteres de formalidades solemnes, y caracterizadas por la participación personal del Papa, sea a través de la antigua fórmula del “Bene Valete”, sea a través de la llamada “rota” (cfr. infra) y la firma. Los privilegios se usaron hasta el siglo XIV; después sucesivamente en cierta manera les sucedieron las llamadas “cartas consistoriales”, donde se encuentra también la firma del Papa.

Las «cartas», en los siglos más antiguos, llevaban un saludo autógrafo (“suscriptio”) del Papa, como en el uso epistolar romano (como: Deus te incolumen custodiat, carissime fili). No poseemos algun original de estos ejemplos pertenecientes al periodo anterior al siglo XI; en este tiempo las cartas habían perdido su antigua forma solemne y habían adquirido una más sencilla.

A partir del s. XII las “cartas” se distinguen según el contenido:

• las que transmiten una concesión (litterae gratiosae): que tienen la “bula” (sello de plomo) prendido de un hilo de seda, como en los privilegios;

• las que transmiten una órden (mandata o litterae executoriae): que tienen la “bula” (sello de plomo) prendido de un hilo de cáñamo (ejemplo: erección de una Diócesis...).

• En el siglo XII tenemos los primeros ejemplos de “cartas cerradas” (litterae clausae); se cerraban con el mismo hilo que llevaba la “bula” (sello de plomo) y que era siempre de cáñamo.

• En el s. XIII surge una nueva clase de “cartas” (solemnes) que tienen en el llamado protocolo inicial la fórmula: “Ad perpetuam rei memoriam” o semejante.

• Los términos de “cartas” communes, legendae, curiales, secretae, se refieren a varias modalidades de procedimiento observadas en la Cancelería o en otros Despachos en su expedición.

¿Qué es la “rota” que vemos en las “bulas” como documentos?

La “rota”, “signum Papae” es una especie de sello de tinta, impreso al final del documento en forma de círculo o anillo; lo encontramos al final de las “bulas” y que son una especie de distintivo o sello personal del Pontifice. Se introduce a mediados del siglo XI y dura hasta nuestros días. Lo usaron además de los Papas algunos reyes (como los reyes españoles de Castilla y León) y algunos obispos.

León IX (año 1048) lo introdujo en la subscritio de los privilegios. En lugar de la señal de la cruz que normalmente precedía hasta entonces la antigua fórmula latina del “Bene valete” y que se había reducido a monograma, lo sustituyó con otro más complicado, que se llama “rota” precisamente debido a su forma circular en forma de anillo. Está formada por una cruz, circundada por dos círculos que forman dos anillos concéntricos: el más externo incluye una inscripción: con el motto o lema del Papa; en el interior donde campea a todo campo la cruz, en sus cuadrantes interiores figuran el nombre del Papa. El lema escrito o motto era autógrafo del Papa; de aquí que este signum tenía el valor de subscriptio (podríamos llamarlo firma auténtica). Tras León IX, sus sucesores continuaron la costumbre, con algunas variantes, y a partir de Pascual II (1099) se continuó con la forma que está en vigor hasta nuestros días.

Este anillo o círculo contiene un círculo o anillo en la parte más externa y que sigue la circunferencia y en el que el Papa colocaba su propia divisa o motto, precedido por una pequeña cruz. En los privilegios, hasta el siglo XIV, la pequeña cruz era siempre autógrafa y a veces también el motto o lema; a partir del siglo XV las cartas consistoriales tomaron de nuevo el antiguo signum, colocado ahora en el centro debajo del texto, pero la cruz y la inscripción ya no son autógrafas. En la parte interior del círculo encontramos varias formas a lo largo de los siglos:

• En el círculo central hay una cruz trazada. El nombre del Papa está escrito siguiendo los 4 brazos de la cruz (ejemplo León IX, en el 1051).

• Encima de los dos brazos superiores de la cruz figuran: sobre el brazo derecho (de la cruz que nos mira a nosotros) “Sanctus” (en abreviatura) Petrus – a la izquierda “Sanctus” (en abreviatura) Paulus. Debajo de los brazos de la cruz: a la derecha (que nos mira a nosotros) y a la izquierda: el nombre completo del Papa; por debajo a la derecha la sigla “pp” (papa) y a la izquierda el número ordinal: Ejemplo: Pasqual PP II (año 1116). El ejemplo es seguido hasta nuestros dias con variaciones de ornamentación. Así: Sanctus Petrus + Sanctus Paulus (por encima de los brazos de la cruz). Pius + PP XII (por debajo de los brazos de la cruz).

• En este tipo de “bulas” tenemos la costumbre que el Papa firmaba con la escritura autógrafa: Ego....... (nombre del Papa) Catholicae Ecclesiae Episcopus.

• Tal es el ejemplo que tenemos en la bula de canonización de Juan Diego, usada por S.S. Juan Pablo II: En la rota: Anillo exterior: TOTUS TUUS (que es el lema o motto de su pontificado). En el círculo interior: una cruz ornamentada (+). Sobre el brazo a la derecha de la cruz (izquierda del que mira): SCTUS PETRUS – SCTUS PAULUS. Debajo del brazo de la cruz (siguiendo el sistema de lectura de la escritura latina): derecha: primera línea: Ioan - nes primera línea izquierda. Segunda línea: derecha: PAULUS. Izquierda: P.P. II. La firma del Papa se encuentra por debajo de la “rota”:

Ego Ioannes Paulus Catholicae Ecclesiae Episcopus

• Debajo del todo, al margen derecho del documento, la firma del Protonotario Apostólico: Marcellus Rosetti, prot. apost.

• El texto de la Bula de la canonización de Juan Diego: “Exaltavit humiles”, está redactado en latín, a excepción de la fórmula de la canonización, que fue usada por el Santo Padre en lengua española durante la Ceremonia de canonización el 31 de julio de 2002 en la Baílica de Guadalupe de México. No es usual tal mezcla de lenguas, pero en este caso la Bula cita textualmente la fórmula tal cual fue pronunciada por el Santo Padre.

• El material del Documento es de pergamino de cordero siguiendo la costumbre en el uso y redacción de este tipo de documentos.

• La primera página del documento está escrito con letras de oro, y lo mismo la fórmula de la canonización y la última página de la “Bula”.

Bibliografía

  • BATELLI, Giulio, Bolla, in Enciclopedia Cattolica, t. B, 1778-1781; Rota, ibidem, t. R, 1392-1393.
  • BAOLI ,C., Diplomatica, a cura di G. BASCAPÉ, Firenze 1942, 36-431.
  • RABIKAUSKAS, P., Diplomatica Pontificia, PUG, Roma 1980


FIDEL GONZÁLEZ FERNÁNDEZ