BERLANGA, Fray Tomás de

De Dicionário de História Cultural de la Iglesía en América Latina
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(Berlanga, 1490- Berlanga, 1551) Religioso dominico, Obispo

Nació y falleció en Berlanga del Duero, Soria, España, 1490, y falleció en su misma ciudad natal el 8 de julio de 1551). Fue obispo de Castilla del Oro, descubridor de las Islas Galápagos, defensor de los indígenas, promotor de la agricultura y visionario de la ruta interoceánica por el Istmo de Panamá. Fray Tomás de Berlanga, cuyos apellidos eran Martínez Gómez, ingresó en la Orden de Predicadores en el convento de San Esteban de Salamanca, donde hizo la profesión religiosa el día 10 de marzo de 1508. Dos años después, octubre de 1510 se embarcó, con un segundo grupo de dominicos, con destino a La Española. Un mes antes se le había adelantado fray Pedro de Córdoba, fray Antonio de Montesinos y fray Bernardo de Santo Domingo. Con estos religiosos se organizó la primera comunidad dominicana en La Española, donde iniciaron su obra misionera en la nueva sociedad naciente. Fray Tomás de Berlanga fue uno de los firmantes del célebre sermón de Antonio de Montesinos del cuarto Domingo de Adviento, el 21 de diciembre de 1511. En marzo de 1514 es enviado con seis religiosos más para fundar convento en Santiago de los Caballeros, como medida estratégica para atajar el comercio de esclavos de la isla. En 1518 fue elegido prior del convento de Santo Domingo y Vicario Provincial. Durante su gobierno se fundaron conventos en Cuba, Puerto Rico, Jamaica, México (Nueva España) y las costas de Venezuela, Colombia y Panamá. En 1522, siendo prior del convento de Santo Domingo, admitió en la Orden Dominicana al clérigo y ex-encomendero Bartolomé de Las Casas, a quien envió en 1526, con siete religiosos más, a fundar convento en Puerto Plata. Ante el progreso que iba teniendo la Orden, acordaron los religiosos solicitar al Maestro de la Orden, la creación de una nueva provincia dominicana en el nuevo mundo. Con esta finalidad fray Tomás de Berlanga viajó a España y después a Roma, para conseguir del Capítulo General de 1530 la erección de la provincia de Santa Cruz de las Indias, siendo elegido el mismo Berlanga como su primer prior provincial. Teniendo que viajar a España para solucionar problemas de jurisdicción dentro de la Orden, el día 13 de enero de 1532, la misma reina le notificaba su promoción al episcopado de la Iglesia de Santa María La Antigua del Darién, “que es la provincia de Tierra Firme llamada Castilla del Oro”. El 11 de febrero de 1534 el Papa expidió la bula «Apostolatus Officium» por la que se preconizaba a fray Tomás de Berlanga obispo para esta sede. Recibió la consagración episcopal el día 17 de mayo de 1534, en la iglesia conventual de San Pedro Mártir, embarcándose para Panamá a mediados de este año. Ante las denuncias llegadas a la Corte sobre defraudación del tesoro real de parte del gobernador del Perú y Francisco Pizarro, del tesorero Alonso Riquelme y del veedor García de Salcedo, más los litigios entre Pizarro y Diego de Almagro sobre problemas de tierras, el obispo Berlanga recibió la misión de verificar esas denuncias en el Perú. En cumplimiento de esta orden real, Berlanga se embarcó el 23 de febrero de 1535 camino del Perú. En el trayecto, sin buscarlas, descubrió las Islas Galápagos. De regreso a Panamá, puso todo su empeño en la defensa de los indígenas, siendo nombrado «Protector de Indios». Organizó el trabajo agrícola con los indígenas, programó la evangelización en Castilla de Oro y empezó la construcción de la iglesia catedral. Se preocupó por mejorar tanto el nivel espiritual de su pueblo, como las condiciones de vida en las que estaba envuelto. Más allá de su programa estrictamente pastoral, se propuso dar respuesta a las necesidades sociales de su gente. No bastaba denunciar el maltrato que se daba a los indígenas, había que anunciarles el evangelio de la esperanza que construye la vida, procurando su bienestar material. Con este fin concibió un plan de desarrollo agrícola como lo había experimentado años antes en La Española. Hizo llegar a Panamá doce familias de agricultores españoles “con sus mujeres, hijos y casas movidas con voluntad de vivir y permanecer en esta tierra”. Estos agricultores trajeron consigo las herramientas necesarias para el trabajo, plantas y hortalizas de cultivo e iniciaron el proyecto. Se les proveyó, además, de dos vacas y de tierra donde sembrar. También trajo ganado vacuno y mular. Exonerados de impuestos, el viaje de estos agricultores fue pagado por las cajas reales. Cuando volvió del Perú en 1536 trajo consigo semillas del tomate que junto con el plátano son la base común del alimento en Panamá. Procedente de Gran Canaria, trajo en 1516 una variedad del cultivo del plátano, que introdujo primero en La Española en 1516 y después en Panamá en 1534. En 1539 visitó nuevamente a España para dar razón de su gobierno y responder ciertas acusaciones. Regresó en 1541. Agotado por los sufrimientos físicos y morales, presentó la renuncia al obispado en 1544, siéndole aceptada al año siguiente, 1545. Se retiró a su villa de Berlanga, donde murió el 8 de julio de 1551, siendo enterrado en la iglesia colegiada de la ciudad.

BIBLIOGRAFÍA

FIGUERAS VALLLÉS Estrella, Fray Tomás de Berlanga. Una vida dedicada a la Fe y a la Ciencia. Barcelona 2010 MARTINEZ MARÍN José O.P., Dominicos en Panamá, Panamá, 2004 MANUELITA NÚÑEZ CASTILLEROS