AGUSTINOS EN LA EVANGELIZACIÓN DE BOLIVIA

De Dicionário de História Cultural de la Iglesía en América Latina
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Doctrina de Paria

Paria fue 1a primera población de españoles en Bolivia (Alto Perú). Incluía además de Chacllacocllo, Toledo, Santo Tomás, Caricari, Urmiri, Coa, Capinota (donde evangelizó Diego Ortiz en 1566) y Tapacarí. El encomendero y capitán Lorenzo de Aldana llamó a los agustinos a esta tarea para administrar una obra pía en beneficio de los indios. Los mejorados serían los detestables uros. Estos son «no personas», porque no contribuyen al quinto real.

“Bárbaros sin policía, renegridos, sin limpieza, enemigos de la comunicación y nada afectos al culto de nuestra fe. Andan desnudos o casi en carnes, a pesar de ser sus tierras sumamente frías y ásperas; comen la carne cruda y el pescado casi vivo; su lengua es la más oscura, corta y bárbara de cuantas tiene el Perú. No siembran ni tienen labranzas; son inclinados a hurtar, y muchas veces sus amos los encierran, porque, siendo pastores, roban el rebaño; son lobos porque comen una oveja cruda, y traen la uña del dedo pulgar, de la mano derecha, tan larga y afilada, que desuella una (oveja), sin necesidad de cuchillos; son fraudulentos, ingratos y sin amor. El refrán «del indio Uro, ningún hombre esté seguro», lo dice todo. El inca los trajo a estas tierras para reeducarlos, pero no pudo hacer nada con ellos, como no puede el jabón blanquear a un etíope.[1]

Los uros o «urus» son una etnia que se distribuye en la meseta del Collao en territorios de Perú, Bolivia y zonas vecinas en Chile. En el pasado ocuparon territorios más extensos que abarcaron incluso los valles interandinos de la cuenca del Pacífico inmediatos al Collao, a manera de enclaves.

En el Perú forman 4 grupos: Las Islas Flotantes de los Urus Puno (80 islas) habitan la bahía de Puno, Islas flotantes Kapi (de más de 10 Islas) ubicados en el distrito de Huatta- Puno, urus Titino y urus Chulluni de las orillas del Lago Titicaca. En Bolivia forman 3 grupos: los Irohito habitan la naciente del río Desaguadero, los Chipaya habitan la cuenca del río Lauca y los Murato habitan la desembocadura del río Desaguadero en el Lago Poopó y la cuenca del Poopó.

En el pasado los urus hablaron varias lenguas, de las cuales sólo sobrevive en la actualidad el idioma chipaya (Pukina) hablado por los urus del salar de Coipasa; el resto de urus ha adoptado el idioma aimara y el castellano como lengua materna. Los urus se llamaban a sí mismos «hombres de agua».

Arthur Posnansky menciona en uno de sus escritos que “se les ha preguntado a los urus, si el nombre de su raza era verdaderamente el de uru, y contestaban que así los llamaban a ellos los aymaras por insulto, porque van por la noche a pescar y cazar, pero el verdadero nombre de su casta es kjotsuñi, lo que quiere decir hombres lacustres.” No se consideraban hombres sino «urus», la raza primigenia de América. Los urus tenían la piel más oscura que los aimara. Los orígenes de este grupo étnico, diferente de los aimaras y de los quechuas, se remontan a épocas anteriores a los incas.

Los agustinos dejaron convento en Poopó, Chacllacocllo (1559), Toledo, Capinota, (1559) y Tapacari. En Toledo duró el curato hasta 1759. En Chacllacocllo hay 2400 indios tributarios que barretean el cerro de Potosí. Charamoco es anexo de Capinota. Cerca está Itapaya. Los indios de Toledo —dice Calancha— son lustrosos, hábiles, políticos, limpios y bien agestados; son ricos y con muchos ganados.

También los trajo de otras provincias el Inca, para civilizar a los Uros, pero no lo logró. El primer prior de Paría fue Cristóbal Vadillo; el primer Vicario de Capinota Luis López Solís; siendo informado el Rey del gran fruto que se seguía allí, se les dio 1315 pesos corrientes para el sustento de los religiosos. También doctrinaron los siguientes: Diego de Valverde, Guillermo Ruiz, Rodrigo de Vera, Marcos García (pionero de Vilcabamba), Juan de Saldaña, Gerónimo de Gavarrete (Vicario de Capinota).

La obra pía auxiliaba a niños, indios pobres, incurables, viejos, ciegos y lisiados. Contribuía al adorno de los templos. La administración la ejercía el prior de Chacllacocllo. Dice el Padre López Solís que en el libro de ingresos, desde el 27 de abril de 1559 hasta el 13 de agosto de 1574, tenían de renta más de 3000 pesos corrientes. Habían recibido de capital inicial 53.000 pesos, pero colocados en renta en Potosí, Chuquisaca o Cochabamba, les producía más de 8.000 de interés.

Las estancias de Santo Tomás y Caricari tenían 20.000 cabezas de ovinos. En las de Quicola, Sacamamba y Checauyo (jurisdicción de Cochabamba o Villa de Oropesa), había vacadas de 6.500, de las que se conseguían los mejores quesos. Se gastaban en pobres cada año unos 22.000 pesos. Lo administró la Orden agustina hasta 1571 en que murió Aldana; continuaron después hasta 1584. Dejaron la obra el P. Luis López provincial y el P. Pablo de Castroví.

Continuó la administración el virrey Conde de Villar.[2]El P. Castroví perdió la razón, la recuperó e intentó recuperar la obra en tiempo del virrey Conde de Monterrey.[3]Pues cumplidos los 80 años, consiguió su intento, en tiempo del Marqués de Montesclaros,[4]que falló a favor de los agustinos. También doctrinaron en Paria el P. Alonso Maraver y Francisco Poblete. El fundador Aldana había puesto una condición: que a los indios no se les dé nada para pagar sus tasas y tributos, para que no se hagan haraganes.

Doctrina de Tapacari

Se inició en 1563 y tenía varios anexos: Challa, Calliri y Leque. Tapacarí y Copacabana se dieron a perpetuidad a la Provincia. Fue priorato después de Capinota. El P. Juan de Saldaña fue prior; también lo fue el P. Antonio Lozano. El convento de Santa Catalina de Clisa estaba sometido al Vicario de Tapacarí. En la zona doctrinó también el P. Juan de Soria.

En su origen era una encomienda de Gómez Solís y Luisa de Bivar. Los entregó a los agustinos por doctrina con dos sínodos. Algunos anexos de Paria, como Itapaya, Coa y Urmiri pasaron a la doctrina de Tapacarí, “donde tiene la Orden [agustina] dos curas sin sínodo, porque se doctrinen los indios.”[5]Doctrinaron también en la zona el P. Juan del Canto y el P. Miguel de Acosta que lucharon contra las prácticas idolátricas.

Doctrina de Ancoanco, Uyuni y Yanacache

Después de fundar el convento de La Paz (1562), con el patronato de Juan de Ribas y esposa Lucrecia de Sansoles, doctrinaron a sólo una legua de La Paz. Los encargados fueron el P. Agustín de Santa Mónica en Anco-anco y el P. Jerónimo Casanova en Uyuni (1570), que era ex paje del virrey Don Andrés Hurtado de Mendoza.[6]

En Yanacache –que significa «sal negra»- evangelizó el P. Diego de Dueñas (1567) y el inefable Diego Ruiz Ortiz,[7]quien fue recibido por una lluvia de piedras. Antes había estado en Puna (1565) y Capinota (1566). De Yanacache huyó a La Paz por la ruta del nevado de Morurata. La obediencia le envió de sacristán al Cuzco. La misma obediencia le envió a Vilcabamba. Huía siempre de ser prelado ni estar por mayor. “Más estimaba el bendito Fray Diego volver y envolver un indiecillo enfermo, que verse al hombro de un potentado.[8]

El 2 de Abril de 1582 Anco-anco, tras un deslizamiento de tierras, se hundió todo el pueblo dejando en su lugar dos lagunas. Formóse después el barrio de Sopocachi-Alto de la Paz, llamado también Lojeta (derrumbado) o Tembladerani. Tanto Fray Antonio de Calancha como la «Crónica Anónima» de 1600 atribuyen esta desgracia a castigo divino.[9]

Doctrina en el Valle y Comarca de Clisa

Ubicada no lejos de Cochabamba, entraron los agustinos en 1570. Pueblos doctrinados fueron: Colpa, Cochabamba, Caraza, Arani, Punata, Tolata, Calera, Poqueras, Quilacollo, Vilcabamba (de Bolivia), Caporaya, Huañacota, Toco, Santa Lucía, Huasacalle, Chulpas, etc. En Colpa, Cochabamba y Caraza se levantó convento.

En Yagón y Yagonet doctrinó Juan de Pineda, Femando de Cantos y Baltazar Mejía, oriundo de Santiago (Galicia); ingresó en la Orden siendo sacerdote y fue el 25° hijo criollo de la Provincia agustina del Perú. El Convento de Santa Catalina de Clisa fue fundado por el P. Diego de Dueñas. Hizo agregación de indios y le ayudaron Juan de Obregón y Pedro de San Agustín. Al principio estaban sujetos al vicario de Tapacarí.[10]

Doctrina del Valle de Mizque

Su progreso se debió fundamentalmente al éxito del convento de Recolección de Mizque. Según el informe del Obispo Avalos, el pueblo de Aiquile era doctrina de los agustinos en 1583.[11]

Doctrina de la Provincia de Chuquisaca

Es anterior al convento de esa ciudad, uno de los mejores de la provincia religiosa, fundado en 1562, del que es hijo el cronista Fray Antonio de Calancha. “De él salían como un semillero a doctrinar por toda la región.” Iban a Moro-moro hoy Ravelo, Huanta (de Bolivia), Moxotoro, Yotala, Quila-quila y Potobamba. Moxotoro fue arrasado por un aluvión. Aquí predicó Juan del Canto.

En Tecoya había tres buenas haciendas y renombrados baños termales. En Huanta y Yotala predicaron el P. Juan de Luque, Simón de Paz y Nicolás de Tolentino. Fue prelado de ellos el P. Juan del Canto que caminó 400 leguas, desde Laymebamba, para cumplir esta obediencia. Redistribuyendo mejor el campo, llegaron para Moxotoro, Quilla-quilla, el Terrado y Potobamba, el P. Pedro Merino y Fray Nicolás de Tolentino. A Amparaes fue asignado el P. Diego de la Serna.

Doctrina de Potosí

Entró Diego de Ortiz en Puna, repartimiento de Juan de Meneses, en 1565. Está a una jomada de Potosí y de Porco, los dos cerros de plata que han enriquecido al mundo. Sacaban los doctrineros a los indios de los socabones, les alejaban de las borracheras. “Consolábase Fray Diego con Dios, que llegara a sazón poco fruto y que siendo todo suyo, permitía los daños.”[12]

En la misma ciudad de Potosí rigieron los agustinos tres parroquias: La de Copacabana, para indios, en 1590. Hay una tradición que afirma que Fray Antonio de Calancha la administró tres años, pero parece que carece de fundamento por lo que se dirá después; la de San Bernardo, y la de Santa Bárbara.[13]

A las dos últimas fueron Fray Juan de Chávez y Fray Melchor Flores; y durante más de tres años, los agustinos evangelizaron en la Parroquia de Copacabana en Potosí, que le dio el obispo de Chuquisaca al P. Fray Francisco de Figueroa, quien fue doctrinante de ella y en ella asistía como coadjutor el P. Fray Agustín de Orellana, criollo de Cochabamba “ más sabio lenguaraz que hubo en el Perú.”[14]

Aquí hubiera escrito Calancha su servicio a esta Parroquia; si no lo dice, es porque no sucedió. La parroquia de Copacabana, en la ciudad de Potosí, debió estar a cargo de los agustinos entre 1585 y 1588. En 1585 pasó de España al Perú el P. Francisco de Figueroa.

Pero en Potosí, además de estas tres iglesias, estaba la del Convento de San Agustín de Potosí, que fundado en 1583, les fue arrebatado a los agustinos en 1826. No consta con exactitud cuándo se dejó esta doctrina; pero en 1583 constituía beneficio del presbítero Francisco Gonzáles.[15]

En 1611, coyunturalmente, Calancha predicó en Potosí, se sobreentiende que en la conventual.[16]En este mismo convento murió el visitador —en oficio— Juan de Riberos, de complexión gruesa. Se conservó incorrupto, pues ocho o nueve años después de su muerte, en 1612, pasando otra vez Calancha por allí lo comprobó, entrando en la bóveda donde enterraban. Seguía incorrupto en 1629. Como detalle añade Calancha que “la bóveda estaba junto a un pozo con sabandijas, grandes gusanos, chinches y cucarachas.”

La ciudad de Potosí, hoy en el suroeste de Bolivia, fue en tiempos del virreinato del Perú la perla de la Corona española debido a la minería, sobre todo con la riqueza de sus minas de plata. La ciudad alcanzó a partir de entonces un desarrollo espectacular debido a esta fuente única de riqueza.

Doctrina de Pucarani y Viacha

Hacia 1570, se atendía, cerca de la Paz, a Viacha. Después el provincial pidió al virrey Toledo la permuta de Viacha por Pucarani, en manos de clérigos. El 1° de Enero de 1576 el Oidor de la Audiencia de Chuquisaca autorizó el cambio, “deseando el provincial se diera batería al demonio, con capitán tan ad hoc, como el P. Juan del Canto, viejo, diestro y experimentado en tales batallas.”[17]

Fue fundado el convento en Pucarani y permanecieron en la Parroquia hasta 1767, en que, por Cédula Real, se ordenó entregar a los clérigos todas las parroquias, menos dos: la de Pucarani y la de Copacabana. Parece más verosímil lo que afirma el P. Avencio, que dice que en 1779 (documento del P. Raya) mantenían esas dos parroquias. Y las mantuvieron hasta la independencia de Bolivia.[18]

Pucarani fue Vicaría en 1582. Se aceptó el Convento en 1591. En su iglesia se veneró a la Virgen de la Candelaria, Copacabana, aunque primero se llamó de Ntra. Sra. de Gracia, el título mariano más antiguo e importante de la Orden agustina.[19]Desde 1991, el titular de la parroquia es San José y, la imagen que tallara el artista nativo Francisco Titu Yupanqui,[20]también ha cambiado nuevamente de nombre: Ntra. Sra. de los Remedios.

Doctrina de la Península de Copacabana

La Parroquia, ya en funciones, la recibieron los agustinos el 1º de Enero de 1589. Los anexos principales fueron: Tiquina, Huacuyo, Belén y el Huecco. Frente a la Península está la Isla del Sol, donde tiene su origen el Imperio de los Incas con Manco Cápac y Mama Ocllo.[21]Fueron a la doctrina y gran pueblo del célebre santuario de Ntra. Sra. de Copacabana, en la Provincia de Chucuito, el P. Juan de Figueroa, Juan de Riberos (prior) y por doctrinantes: Fray Diego de Aguilar y Fray Juan de Moya y, por predicador, para los españoles que concurren a este santuario, el P. Maestro Francisco de Ervás.[22]

Esta Doctrina tiene un lazo histórico con la de Chuquisaca. Dio el Rey a la Orden las doctrinas del Valle de Mojotoro y los valles de Quila-quila, Moro-moro y Potobamba, “esta doctrina conservamos y los valles se dieron al clérigo que era Cura de Copacabana, porque dándonosla el Rey, tuviera el Cura donde pasar la vida.”[23]

Existe en el archivo del Cabildo de La Paz un inventario del joyero de la Virgen que especifica más de 350 piezas de oro; desde coronas y cálices hasta medallas y cadenas; con 4,000 gemas entre diamantes, esmeraldas, perlas, rubíes, etc., sin contar otras muchas observadas a granel y los instrumentos de culto: cálices, bandejas, candeleros, incensarios, enchapes de altares y muchos otros objetos de plata, como la universalmente conocida lámpara de plata que le regaló Alonso de Escoto.

Doctrina de Capinota

Se desmembró de la de Paria. Como Convento data del 27-IV-59. Sus pobladores eran «Uros». En 1566 evangelizó Diego Ortiz. Tenía como anexos Charamoco, Santo Tomás, Cari-cari, Itacaya y Sicaya. Entre sus doctrineros estaban también Luis López Solís, prior de Capinota, y Juan de Saldaña. En Capinota estaba uno de los tres hospitales de la Obra Pía de Lorenzo de Aldana.

Doctrineros fueron también el P. Agustín de Vargas, oriundo de Badajoz, náufrago en el Pacífico, cuando venía al Perú en busca de fortuna. Salvado milagrosamente, al invocar a la Virgen, se convirtió en pescador de hombres. También el P. Marcos García entró en Capinota antes de dirigirse a Vilcabamba.[24]Añadamos además estos doctrineros: Gerónimo Gavarrete (Vicario) y Diego de Arana, hijo del Titular de la casa de Arana de Alava.


NOTAS

  1. Calancha, “Crónica”, libro III, Cap. 23. (Los uros proceden étnicamente del grupo de los Arnwacs, oriundos de las Bocas del Orinoco. Surcando el Amazonas, Ucayali y Urubamba, llegaron hasta los lagos Poopó y Titicaca. Sellaron sus pasos con la costumbre de deformar las cabezas de los niños, dándoles forma amitrada, según A. Villarejo. Obra citada, p. 113.
  2. Fernando de Torres y Portugal y Mesía Venegas y Ponce de León (Villardompardo, Jaén, ? - Jaén, 18 de octubre de 1592), descendiente de la familia real portuguesa, fue Señor de Villardompardo y Escañuela y, luego, I Conde de Villardompardo. Fue además alférez mayor de Jaén, corregidor de Asturias y de Salamanca, asistente de Sevilla (1578 – 1583) y VII Virrey del Perú (1585 - 1589).
  3. Gaspar de Zúñiga Acevedo y Velasco nació en Monterrey, Orense, España, en 1560, noble español de la Casa de Zúñiga, V conde de Monterrey, señor de Biedma, Ulloa y de la casa de la Ribera, pertiguero mayor de Santiago de Compostela, IX virrey de Nueva España (1595-1603) y luego X del Perú (1603-1606). Fue un virrey, dicen los cronistas, adornado de grandes virtudes y reconocido por los indios como su “benefactor y padre”. En su época vivieron en Lima ejemplares de piedad y religiosidad como el arzobispo Santo Toribio de Mogrovejo, Santa Isabel Flores de Oliva, San Martín de Porres, San Juan Macías y otros. El conde de Monterrey recibió el apodo «el Virrey de los Milagros». El cronista indio Felipe Guamán Poma de Ayala atestigua que el conde de Monterrey daba limosna a los pobres, favorecía a los indios, honraba a los incas y caciques, y castigaba a los corregidores, encomenderos y españoles que maltrataban a los indios. Falleció en Lima el 10 de febrero de 1606 después de una larga y penosa enfermedad.
  4. Juan de Mendoza y Luna, (Guadalajara, España, enero de 1571-Madrid, 9 de octubre de 1628) de la Casa de los Mendoza, III marqués de Montesclaros, fue sucesivamente el undécimo Virrey de Nueva España (1603-1607) y del Perú (1607-1615).
  5. Calancha, “Crónica”, libro II, Cap. 38.
  6. Calancha, Ibid., libro III, Cap. 30.
  7. Es el protomártir del Perú, según la “Crónica moralizada del Perú” del P. Antonio de la Calancha, agustino.
  8. Calancha, Ibid., libro IV, Cap. 1.
  9. Aranzáes, “Diccionario histórico de la Paz”, p. 714.
  10. Calancha, “Crónica”, libro II, Cap. 8.
  11. “Revista de Historia de Bolivia”, 1920, p. 256.
  12. Calancha, “Crónica”, libro IV, Cap. 1.
  13. Calancha, lbid., libro III, Cap. 41.
  14. Calancha, lbid., libro II, Cap. 8.
  15. “Archivo Franciscano de Bolivia”, año 1921, p. 7.
  16. Calancha, “Crónica”, libro III, Cap. 40.
  17. Calancha, Ibid, libro IV, Cap. 14.
  18. A. Villarejo, “Los Agustinos en el Perú y Bolivia”, p. 113. Véase también: Tomo 54, p. 31 del Archivo del Cabildo de la Catedral de la Paz.
  19. El culto a la Virgen de Copacabana se inició en 1583 en la época virreinal, en el pueblo de Copacabana a más de 3.800 metros sobre el nivel del mar, y a 139 km de la actual ciudad de La Paz, donde la península de Copacabana se adentra en el lago Titicaca, lugar que corresponde a la actual Bolivia, acercándose a las islas del Soly de la Luna, antiguos lugares sagrados para los aymaras e incas. Su veneración se extendió desde España a diversos países de América, como Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Perú. Asimismo, varios lugares llevan el nombre de Copacabana en Argentina, Brasil y Colombia.
  20. Francisco Tito Yupanqui, descendiente Inca, nacido en el territorio de la actual Bolivia en 1550 y fallecido en Cuzco en 1616, evangelizado por los dominicos, esculpió la imagen de la Virgen de Copacabana, una de las devociones marianas más importantes del Virreinato de Perú y hoy de Bolivia. El personaje goza de una extendida fama de eminente fiel cristiano.
  21. La Leyenda de Manco Cápac y Mama Ocllo, o llamada también Leyenda del lago Titicaca, fue dada a conocer por el cronista Inca Garcilaso de la Vega (1539 – 1616) que fue hijo de un capitán español Sebastián Garcilaso de la Vega y de la ñusta Isabel Chimpu Ocllo, nieta de Túpac Yupanqui. La familia materna del Garcilaso de la Vega pertenecía a la nobleza incaica fue la que le proporcionó toda la información de primera mano sobre los orígenes de la cultura Inca.
  22. Calancha, “Crónica”, libro II, Cap. 8.
  23. Calancha, Ibid., libro II, Cap. 40.
  24. Calancha, Ibid., libro IV, Cap. 2.

BIBLIOGRAFÍA y FUENTES

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BENIGNO UYARRA CÁMARA

Revista Peruana de Historia Eclesiástica, 2 (1992) 153-189]