FERNÁNDEZ CONCHA, Josefa

De Dicionário de História Cultural de la Iglesía en América Latina
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(Santiago, 1835; Buenos Aires, 1928) Religiosa


En la Congregación del Buen Pastor en Chile, Josefa profesó con el nombre de Sor María San Agustín de Jesús, y fue conocida como el “alma” de todas las casas de las religiosas en América del Sur. Josefa fue la sexta hija del matrimonio de Pedro Fernández Recio y Rosa de Santiago Concha. Nació en una familia católica, muy piadosa, relacionada por vínculos familiares con el sector dirigente. Los Fernández Concha estuvieron vinculados estrechamente con la Congregación del Buen Pastor desde su arribo a Chile al Beaterio de San Felipe, donde establecieron su primera Casa en 1855.[1]


A través de la participación de su madre en la Sociedad de Beneficencia, Josefa, aun niña, la acompañaba pidiendo limosnas para solventar la instalación de la congregación en Santiago desde 1857.[2]La familia financió la fundación prácticamente de todas las casas de la capital, y contribuyendo también con las de provincia. Estas religiosas francesas habían nacido en la contrarrevolución con objetivos específicos de caridad hacia las mujeres. De vocación misionera y caritativa, su modelo de preservación de niñas pobres a través del trabajo y la disciplina moral, se extendió a nivel mundial ramificándose a Chile cuando su fundadora, Eufrasia de Pelletier, aún estaba viva. Su modelo de caridad estableció un nuevo vínculo entre el mundo femenino y el trabajo evidenciando el activo papel que adquirieron las mujeres en la renovación del catolicismo europeo y del chileno en el siglo XIX.[3]


Josefa ingresó como postulante en abril de 1862 y en 1863 profesó los votos. Regularmente la duración del noviciado era de dos años, pero con ella se hizo una excepción conocidas sus “excepcionales cualidades”.[4]Además, el Monasterio pasaba por un complejo período de desórdenes internos y rumores de histerismo entre sus mujeres. Era necesario dar una señal de orden, y con las dispensas de la Madre Superiora y la Santa Sede, Sor María San Agustín de Jesús se consagró el 21 de junio. La crisis del Monasterio la elevó en 1864 al cargo de superiora interina con el título de Superiora Vicaria y, con el apoyo del arzobispo de Santiago, Rafael Valentín Valdivieso, fue nombrada Superiora del Monasterio de Santiago el 13 de mayo de 1865. Fue reelecta sucesivamente hasta 1874 en que fue elegida Superiora Provincial de Santiago, cargo que ocupó nuevamente en 1880.


Con mano rigurosa impulsó el orden interno y lideró la consolidación de la congregación en Chile y su expansión por Uruguay, Argentina, Brasil y Paraguay, llegando a ser conocida como el “alma de todas las casas del Buen Pastor en América del Sur”.[5]La misma disciplina impuso en la Casa de Corrección de Mujeres, la que tomaron las religiosas a su cargo desde 1864 y donde se fundó la segunda Casa del Buen Pastor. Conoció personalmente a la fundadora en Angérs el año 1867. En esa visita obtuvo el permiso para fundar Las Magdalenas, una institución desconocida en el país y que Valdivieso se negó aprobar hasta 1876, cuando la congregación estaba más consolidada. Las mujeres que estuviesen en la clase de penitentes o arrepentidas y que hubiesen probado un cambio radical, podían consagrarse a Dios por los votos. Las Magdalenas no eran religiosas de coro, pero eran de claustro y rigurosamente contemplativas.[6]Participó en los capítulos generales de la Congregación en Angérs en 1874, 1880, 1886, 1892 y 1898.


Fue nombrada en 1879 Superiora provisoria de la Casa de la Visitación, cuyas religiosas se habían formado inicialmente en el Buen Pastor. En 1880 volvió a la dirección del Monasterio de Santiago hasta 1890 en que renunció para ser nombrada en 1894 Superiora de la Provincia de Buenos Aires, la cual comprendía las casas de Argentina, Uruguay y Brasil. En 1886 fue elegida por la Madre Generala para presentarle al papa León XIII la causa de Beatificación de la Madre Pelletier. Fue miembro de la Comisión de Madres Provinciales que presidía la Superiora General y que estaba encargada de modificar las Constituciones de la Congregación en 1897; en 1905 fue Visitadora de las Casas en Argentina, Uruguay y Brasil con residencia en Buenos Aires en 1905 y en 1915 Visitadora Extraordinaria de las Casas de Chile.


Notas

  1. Castellón, 25
  2. Isern, 52
  3. Serrano, 87
  4. Isern, 143
  5. Hernández, 53
  6. Serrano, 86


Bibliografía

  • CASTELLÓN A, Fernández de Santiago Concha. Antecedentes y descendientes, en Revista de Estudios Históricos 27 (1982)
  • HERNÁNDEZ, A. Poema heroico de amor. Apostolado gigante de la Madre María San Agustín de Jesús Fernández de Concha, Buenos Aires 1948
  • ISERN, J. S.I., El Buen Pastor en las naciones del Sud de América (Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay). Estudio histórico documentado por el P. Juan Isern de la compañía de Jesús, Buenos Aires 1923
  • SERRANO S. (Ed.), Vírgenes Viajeras. Diarios de religiosas francesas en su ruta a Chile. 1837-1874, Santiago 2000.


MACARENA PONCE DE LEÓN