FRESNO LARRAÍN, Juan Francisco

De Dicionário de História Cultural de la Iglesía en América Latina
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(SANTIAGO DE CHILE, 1914 – SANTIAGO DE CHILE, 2004) ARZOBISPO, CARDENAL

Nació en Santiago de Chile el 26 de julio de 1914. Hijo de Luis Fresno Ingunza y Elena Larraín Hurtado, siendo el cuarto de cinco hermanos. Estudió en el Colegio de los Sagrados Corazones en Santiago y posteriormente ingresó a la Facultad de Ingeniería en la Pontificia Universidad Católica de Chile, donde discierne su vocación sacerdotal acompañado por Monseñor Carlos Casanueva Opazo.

Ingresó al Seminario Pontificio Mayor de Santiago y recibió la Ordenación Sacerdotal en la Catedral de Santiago, el 18 de diciembre de 1937 por el Arzobispo de Santiago Monseñor José Horacio Campillo Infante. Posteriormente realizó estudios de Derecho Canónico en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Ejerció como Director Espiritual y Vice-Rector del Seminario Menor de Santiago, como Asesor de la Acción Católica y Juez Pro-Sinodal. Fue Párroco fundador de la Parroquia de los Santos Ángeles Custodios.

El Papa Pío XII lo eligió como Obispo de la recién creada Diócesis de Copiapó, el 15 de junio de 1958. Recibió su Consagración Episcopal el 15 de agosto de 1958 en la Parroquia de los Santos Ángeles Custodios, por el Arzobispo de La Serena Monseñor Alfredo Cifuentes Gómez, y siendo co-Consagrantes Monseñor José Manuel Santos Ascarza, Obispo de Valdivia, y Monseñor Francisco de Borja Valenzuela Ríos, Arzobispo de Antofagasta.

Su lema episcopal: «Adveniat regnum tuum». Tomó posesión de la Diócesis el 26 de agosto de 1958. Realizó una labor muy abnegada en esa vasta y desértica región, donde se venera masivamente a la Santísima Virgen María en el Santuario de Nuestra Señora de la Candelaria. Celebró el primer Sínodo de Copiapó en 1961.

El Papa Paulo VI lo promovió al Arzobispado de La Serena el 28 de junio de 1967, y tomó posesión allí el 28 de septiembre de 1967. En su tarea pastoral aplicó fielmente el Concilio Vaticano II. Y junto a la piedad popular hacia la Santísima Virgen del Rosario en el Santuario de Andacollo, impulsó especialmente las vocaciones sacerdotales, logrando reabrir el Seminario bajo el titular del Santo Cura de Ars. Celebró el primer Sínodo de La Serena en 1978. Dejó hondas huellas de amistad y valiosas enseñanzas pastorales.

Ocupó diversos cargos en la Conferencia Episcopal de Chile, siendo elegido Presidente en 1975. Desempeñó diversos cargos en el CELAM y fue Visitador del Seminario Pío Latino de Roma. Participó en las cuatro Sesiones del Concilio Vaticano II. También en la Conferencia general del Episcopado Latinoamericano en Medellín, 1968, y por delegación pontificia en la III Conferencia general en Puebla, en 1979.

El Santo Padre Juan Pablo II lo trasladó al Arzobispado de Santiago el 6 de mayo de 1983, y tomó posesión de esa Arquidiócesis el 10 de junio de 1983. Ejerció como Gran Canciller en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Fue nominado Cardenal de la Santa Iglesia Romana en el Consistorio del 25 de mayo de 1985, con el título de Santa María Inmaculada de Lourdes «a Boccea». Fue miembro de la Congregación para la Educación Católica en la Santa Sede.

Como Pastor en la Arquidiócesis de la ciudad capital del país tuvo que asumir un activo rol para el entendimiento y la reconciliación en el ámbito social y político. Su sencillez, bondad, espíritu sobrenatural, prudencia e intensas labores, fueron consiguiendo diálogos y acercamientos que se expresaron, por ejemplo, en un Acuerdo Nacional que suscribieron dirigentes políticos de variadas tendencias.

En abril de 1987 le correspondió recibir al Papa San Juan Pablo II en su trascendental visita pastoral a Chile, quien recorrió el país conmoviendo profundamente y dejando perennes mensajes. El Santo Padre reforzó la labor del Cardenal Fresno y del Episcopado Nacional, destacando que “Chile tiene vocación de entendimiento y no de enfrentamiento”.

Cumpliendo la edad señalada por el Derecho Canónico, presentó su renuncia y el 22 de abril de 1990 dejó el Arzobispado de Santiago, asumiendo entonces como Presidente de Caritas Chile y colaborando en la Diócesis de Melipilla, primero, y después en la Iglesia de la Sagrada Familia en la Arquidiócesis de Santiago. En 1992 asistió a la Conferencia del Episcopado Latinoamericano en Santo Domingo.

Sus valiosas cualidades quedaron grabadas en muchos: profunda alegría de vivir, gran cariño por la familia y amigos, facilidad de comunicarse y de sentirlo cercano, capacidad de dar consejos sencillos y sabios, espíritu de servicio y aventurero. Mucha fe en el Padre Dios, filial devoción a la Santísima Virgen, afectuosa adhesión al Romano Pontífice, labor por la unidad en la Iglesia.

Falleció a los 90 años el 14 de octubre del año 2004 y fue sepultado en la cripta de la Catedral metropolitana de Santiago. Recibió los honores del Estado y ha quedado en la memoria agradecida del pueblo de Dios.

BIBLIOGRAFÍA

CAICEO ESCUDERO J. Cardenal Juan Francisco Fresno Larraín: un pastor para Chile, Santiago 1996.


JUAN BARROS MADRID