Diferencia entre revisiones de «DIARIO LITERARIO DE MÉXICO»
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El editor formula el derecho a la libertad de opinión en el ámbito científico, "derecho común a cada particular de poder impugnar las doctrinas mal fundadas y refutar los errores que por ignorancia o ilusión se introducen en las ciencias"; su propuesta no es atrevimiento "aunque sea el primero que en esta América trabaja un Diario crítico". | El editor formula el derecho a la libertad de opinión en el ámbito científico, "derecho común a cada particular de poder impugnar las doctrinas mal fundadas y refutar los errores que por ignorancia o ilusión se introducen en las ciencias"; su propuesta no es atrevimiento "aunque sea el primero que en esta América trabaja un Diario crítico". | ||
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El Diario literario trató de Economía, dando a conocer con acierto la primera máquina de vapor para la extracción del agua de las minas, y de Geografía novohispana; no alcanzó a sacar ningún trabajo amplio de Medicina, prevista en el plan inicial. | El Diario literario trató de Economía, dando a conocer con acierto la primera máquina de vapor para la extracción del agua de las minas, y de Geografía novohispana; no alcanzó a sacar ningún trabajo amplio de Medicina, prevista en el plan inicial. |
Revisión del 15:33 3 jun 2016
Sumario
PRIMERA REVISTA CIENTÍFICA DE AMÉRICA
En 1768 José Antonio de Álzate lanzó el Diario Literario de México, pionero de divulgación científica en América. Alzate fue un clérigo ilustrado. Formado en la filosofía y la teología de su momento, ya desde muy joven se interesó por temas científicos mediante la observación y experimentación; aplicó el mismo método a la geografía, a la sociedad y a la historia antigua de México en sus restos arqueológicos. Además de estudiar las ciencias publicó periódicos que las difundieran entre los novohispanos.
El Diario Literario de México llegaba a una sociedad que desde el arribo a la Nueva España del visitador José de Gálvez, el 2 de agosto de 1765, vivía las tensiones ocasionadas por las reformas de Carlos III. El proyecto carolino contaba con los territorios americanos como fuente de recursos para que la Monarquía hispana recuperase el rango de primera potencia. Implantarlo en América implicaba desestabilizar el orden virreinal de los Habsburgo basado en los acuerdos tácitos entre el poder central y los poderes regionales y locales. Las presiones de la Real Hacienda, sobre todo las derivadas de la subida de la alcabala, provocaron conflictos entre empresarios y trabajadores.
En 1766 había estallado la primera huelga minera en Real del Monte, propiedad del Conde de Regla, a consecuencia de las condiciones laborales impuestas por el dueño de la mina. Los alzados dieron muerte al alcalde mayor de Pachuca. Fueron reducidos por las armas y se ejecutó a los cabecillas, pero las demandas de los trabajadores fueron atendidas.
Un nuevo conflicto, ocasionado por el estanco del tabaco exasperó los ánimos y brotaron otros focos de rebeldía, a los que se unieron el año siguiente de 1767 las reacciones ante la expulsión de la Compañía de Jesús. En Michoacán se alzaron indígenas y mulatos; en Guanajuato los mineros y el pueblo; en San Luis de Potosí los mineros y los indios.
José Antonio Alzate lanzó su Diario literario, para mejorar la vida de aquella sociedad que se debatía entre tensiones y conflictos. Por ello quería no sólo "servir al público de los literatos sino también a la gente más desdichada del campo, para desterrar la ignorancia". Fue consciente de ser el primer editor en América de un Diario «crítico», esto es, científico. Alzate conocía bien las publicaciones similares de España, de Francia, de Italia y, a través de ellas, las de Berlín, Londres y San Petersburgo que, en su opinión, habían contribuido al desarrollo de esos países.
El término «literario» que aparece en el título de la revista no coincide con el concepto actual del vocablo. Se denominaba «literario» a toda expresión escrita de conocimientos, tanto científicos como humanísticos (filosófico, histórico) o artísticos, aunque este último venía designado ordinariamente como Bellas letras.
La revista tendría una periodicidad semanal y una duración de un año; finalizado el plazo, Alzate prometía retirarse. No alcanzó ni la periodicidad, ni el año previstos, a pesar de que se había comprometido a sacarlo de su propio caudal. En total se publicaron siete números, entre el 12 de marzo y el 26 de abril de 1768. La edición es en octava, muy sencilla, la letra no es homogénea y disminuye de tamaño en algún caso, para ajustarse al papel disponible; encabeza la primera página de cada número una pequeña cruz centrada en la parte superior de la página, excepto en el núm. 5 en que se sustituye por un grabado rectangular centrado por el diagrama IHS coronado por la cruz y a sus pies un corazón con llamas, motivos que enlazan con los jesuitas expulsas; en algunos al final se inserta un grabado a modo de escudo y el número 5.
El Diario literario publicaría artículos y obras europeas útiles para los mexicanos, seleccionados con libertad, y trabajos científicos y literarios de autores novohispanos que no se hubieran publicado por los altos costos de impresión. La revista de Alzate partió afirmando la capacidad científica de los mexicanos.
Los artículos tratarían de Economía (agricultura, comercio y minería) para ayudar al progreso del país; de Geografía para dar la imagen veraz de la América norteña; y de Medicina para mejorar la calidad de vida de los novohispanos. Editaría las críticas y aportaciones de los lectores, que aparecerían firmadas si lo deseaba el Autor, al que alertaba del plagio.
El Diario de Alzate sería cauce de opinión pública en ámbito científico. Por el contrario en temas políticos el editor prometía "silencio absoluto". Esta medida ha sido interpretada como una respetuosa acogida a las Autoridades "que no pueden ser corregidas por personas particulares. A mi parecer Alzate evitaba con el silencio una obligada adhesión al poder establecido, evitando reflejar su propio pensamiento. El estudio de los contenidos de la revista permitirá avanzar en este tema.
El editor formula el derecho a la libertad de opinión en el ámbito científico, "derecho común a cada particular de poder impugnar las doctrinas mal fundadas y refutar los errores que por ignorancia o ilusión se introducen en las ciencias"; su propuesta no es atrevimiento "aunque sea el primero que en esta América trabaja un Diario crítico".
CONTENIDO E IDEAS DEL DIARIO LITERARIO DE MÉXICO
El Diario literario trató de Economía, dando a conocer con acierto la primera máquina de vapor para la extracción del agua de las minas, y de Geografía novohispana; no alcanzó a sacar ningún trabajo amplio de Medicina, prevista en el plan inicial.
El artículo "Reflexiones sobre la utilidad que las bellas Letras pueden sacar de la Sagrada Escritura y sobre la primera edad del Mundo", elegido por Alzate casi al inicio de la revista, avanza la valoración de las ciencias que el científico se había propuesto difundir, encuadrada en una antropología precisa.
Sostiene el monogenismo apoyándolo en el Génesis; los pueblos que habitan los diversos continentes descienden de un tronco común. Rechaza con ello la visión del americano, visto como un mundo diverso y de inferior calidad, difundida en Europa por Buffon, de Paw, Raynal y Robertson.
Todo trabajo, manual o intelectual, es una acción digna. Lo deduce de la Sagrada Escritura. En efecto, el libro del Génesis muestra que el cultivo de las artes manuales se desarrolló antes del diluvio. El apartamiento progresivo de Dios que había llevado a la humanidad a la ignorancia y al desorden moral se habría producido después del diluvio universal,según la lectura veterotestamentaria de la época. Al situar en el período anterior al diluvio a los inventores o cultores de las artes útiles -agricultura, ganadería, textil, metalurgia, astronomía, matemáticas, historia natural, medicina y otros ramos de la física- y de las artes agradables -música, poesía- confería a estos trabajos la dignidad que caracterizaba a la sociedad de esa primera etapa histórica. Esas actividades podían y debían ser cultivadas por hombres de toda condición; la revista de Alzate presentó a personas de la nobleza europea, dedicados a la economía ya las artes útiles.
Alzate avanza una valoración positiva de la cultura indígena. Admira a las culturas de la Antigua América, protagonistas de culturas desarrolladas que aprecia en sus restos arqueológicos. De otra parte, los indios contemporáneos disponían de un buen caudal de conocimientos de las artes heredados de sus mayores y de otros introducidos en América por los españoles. El científico que sabe apreciarlos se propuso con sus escritos darlos a conocer a los europeos.
La lectura de Alzate, criollo americano identificado con la cultura hispana de su tierra, es avanzada respecto a la visión de los ilustrados americanos que disociaban las culturas americanas antiguas y los indios con que convivía.
Por el contrario, el Diario literario recoge los prejuicios comunes sobre la mujer. Un lector, el "Antiastrólogo", describía en una carta la fe ciega de las mujeres en los vaticinios de enfermedades anunciados por los Calendarios en determinadas fechas; el autor de la carta presentaba a la mujer asustadiza, débil y sometida a augurios que la razón debería rechazar.
Respecto al silencio en materias políticas que se impuso el periodista hay un dato que puede ser indicativo. En el artículo recogido en su primer número, el mundo anterior al Diluvio aparece sumamente poblado y repartido "en Reinos, en Repúblicas, en Imperios"; al presentar equiparados esos sistemas políticos, el Diario Literario los proponía como opciones posibles igualmente válidas.
Alzate afirma la existencia de la revelación sobrenatural y la distingue de la religión natural a la que se llega por la razón y que aúna a todos los pueblos de la Antigüedad. La creencia en Dios y en el premio o castigo que recibirá el hombre después de la muerte, núcleo de la religión natural, fue conocida por las culturas del antiguo Oriente, de la Europa pre-clásica y por las americanas. Con ello, destaca la dignidad de la América antigua y sus creencias religiosas.
El científico novohispano que estaba al día de la desinformación de Europa sobre el Nuevo Mundo por los escritos del Conde de Buffon, Camelia de Paw, Guillaume Thomas Raynal y William Robertson, reconoce que en México la ciencia experimental ha logrado un escaso nivel que contrasta con el desarrollo alcanzado por la teología y la filosofía mexicanas. El retraso científico de México se debía al descuido por la enseñanza científica en la Universidad. Además, los altos costes de impresión en el Nuevo Mundo habrían impedido editar los trabajos realizados por americanos.
En Europa las Academias de las Ciencias y las Artes han sido motores del desarrollo, impartiendo premios que estimulaban dedicarse a estos trabajos a personas de toda condición, entre los que señala al Conde de Sajonia, en Alemania, y el Conde de Crequi, en París. Anima Alzate a los dueños de minas a unirse en cuerpo profesional y crear premios para incentivar nuevos inventos que mejorasen la producción o la seguridad del que trabaja.
La expulsión de la Compañía en 1767 había alejado de México a los jesuitas empeñados en los ideales ilustrados, compartidos por el editor del Diario literario. Alzate apreciaba los trabajos eruditos y científicos de los jesuitas expulses. Es fácil suponer el descontento y la crítica de José Antonio Alzate, buen polemista, dotado de agudeza de ingenio y de independencia de criterio, ante el extrañamiento de unos hombres que contribuían como pocos a la educación de los mexicanos y que estaban empeñados en mejorar las ciencias y las artes del virreinato.
Bajo esta lectura cobra relieve el silencio del tema político en el Diario literario. En un clima de presión estatal, que recurría a la fuerza de las armas para sacar adelante las reformas, no era viable manifestar la disensión o lanzar hipótesis alternativas. Alzate calla y centra sus energías en poner a disposición de los mexicanos horizontes culturales que reforzaran su identidad nacional y formasen la capacidad crítica de los lectores, tal vez en espera de un futuro mejor en que estuviesen capacitados para llegar al autogobierno.
El Diario Literario remite a la Sagrada Escritura, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, como referente por antonomasia. Aparecen documentos del magisterio pontificio reciente. Cita la obra de Benedicto XIV, De Beatificatione sanctorum. Entre los contemporáneos españoles, Benito Jerónimo Feijóo, es autoridad reconocida. Los autores franceses son muy valorados por Alzate que traduce y comenta artículos del Abad de Fontenue, de Mr. Fretet; y de Mr. Saverien, procedente del Diccionario Matemático y Físico.
Se cita el origen del sistema solar y la formación de la tierra de Buffon, y la teoría sobre la forma de la tierra del Abbé Regnault. El autor del Diario literario conoce bien a Kepler, y a Jean Baptiste Morin, y discute la astrología de uno y otro. Cita el Curso de Phisica experimental de De Saguliers, y la Arquitectura Hidráulica de Belidor. De Inglaterra recoge la “Noticia de una máquina útil de Europa” del Marqués de Worcester, aparecida en las Centurias de invenciones, Londres 1663.
NOTAS
BIBLIOGRAFÍA
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TRABULSE Elías. Historia de la ciencia en México. S. XVIII. México 1985
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