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De Dicionário de História Cultural de la Iglesía en América Latina

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==PRÓLOGO== En la segunda mitad del siglo XIX surgieron en Europa unas organizaciones cuyo objetivo fue, instaurar en todas las naciones, regímenes revolucionarios basados en la ideología de Karl Marx, ideología a la que después Vladimir Illich Lenin, le agregó directrices prácticas. La ideología marxista-leninista se puede resumir en tres postulados: Ateísmo militante; (la religión es el opio del pueblo); odio social (la lucha de clases es el motor de la historia); eliminación de la propiedad privada (la dictadura del proletariado llevará a la sociedad sin clases). Karl Marx fue un burgués prusiano de origen judío que estudió leyes y luego filosofía, pero nunca ejerció estas profesiones. En 1843 contrajo nupcias con la Baronesa alemana Jenny von Westphalen, hija única que acababa de heredar la gran fortuna de su padre, el Barón von Westphalen; el matrimonio Marx-Westphalen estableció sin ningún problema su residencia en París.<ref>Cfr. RADDATZ Fritz, ''Karl Marx, une biographie politique''. Editions Fayard, Paris, 1975, p. 45</ref> En la capital francesa frecuentaban su casa un grupo de pensadores adinerados, los que además compartían con él su ideal de hacer una «revolución mundial». Uno de los que formaron parte de ese grupo fue el multimillonario alemán Federico Engels, cuya familia poseía en Inglaterra fábricas textiles, bancos y muchos otros negocios importantes. El grupo que se reunía en el lujoso departamento de los Marx se llamó a sí mismo «Liga de los Justos»; también fue integrante de esa «Liga» un anarquista ruso de nombre Mijail Bakunin, quien relata así su relación con Marx: ''“Fuimos bastante amigos. [...]; entonces yo no sabía nada de economía política y aún no me había liberado de las abstracciones metafísicas y mi socialismo era tan solo instintivo. Él, aunque era más joven, era ya ateo, un sabio materialista y un socialista consciente [...] Nos vimos a menudo, porque yo le respetaba mucho por su sabiduría y por su devoción apasionada y seria, aunque mezclada con vanidades personales, a la causa del proletariado, y buscaba con avidez su conversación, siempre instructiva y espiritual cuando no estaba inspirado por un odio mezquino, lo que, por desgracia, sucedía con mucha frecuencia. Sin embargo, no existió entre nosotros una verdadera intimidad. Nuestros temperamentos no se soportaban. Él me llamaba idealista sentimental, y tenía razón; y yo a él, vanidoso y pérfido, y también tenía razón.”''<ref>Citado por Carlos LÓPEZ CORTEZO,. «Miguel Bakunin (apuntes biográficos)». Ed. Zero, 2ª ed. 1976. ''Colección Lee y Discute. Serie verde'' (14), pp. 14-15</ref> Esta descripción coincide con la de Karl Heinzen, secretario de Marx en la Liga de los Justos: ''“Poseía una inteligencia asombrosamente aguda, pero también era un intrigante y mentiroso; solo deseaba explotar a los demás…”''<ref>Karl Heinzen, Erlebtes, Vol. II, p. 423.</ref>Ideas parecidas relata Arnold Rouge: ''“Mostrando sus dientes y sonriendo sarcásticamente, Marx destrozará a todo aquel que le cierre el paso.”''<ref>Arnold Rouge. ''Briefwechsel uns Tagebuchblätter, citado'' por D´Arleville, p. 119</ref> La «Liga de los Justos» cambió su nombre a «Liga comunista» al mismo tiempo que comisionaba a Marx y a Engels a esclarecer sus ideas, sistematizarlas y darlas a conocer; así escribieron y publicaron en 1848 el «Manifiesto Comunista». Pocas semanas después, aprovechándose del descontento social producido por la derrota de Francia en la guerra con Prusia, la liga organizó una revuelta callejera y logró apoderarse durante tres días (22 al 25 de febrero de 1848) de la ciudad de Paris. Tras ser derrotados por las fuerzas de la Segunda República, los miembros de la Liga fueron expulsados de Francia. Para agosto Marx y Engels estaban ya instalados cómodamente en Londres. En 1864, con algunos sindicalistas ingleses, socialistas franceses y anarquistas centroeuropeos, Marx y Engels crearon en Londres una organización a la que llamaron «Asociación ''Internacional'' de Trabajadores». Marx se convirtió fácilmente en el líder de esa «internacional», pero debido a su carácter irascible encontró en casi todos los miembros, resistencia a su autoridad, decidiendo entonces disolverla. Solo su amigo Engels siguió junto a él, encargándose de la difusión de los escritos de Marx, especialmente del primer tomo de «El Capital».<ref>Marx escribió y publicó solo el primer tomo de una obra que había pensado realizarla en seis partes; 16 años después de publicada la primera parte falleció sin escribir la segunda, por lo que, en base a las notas que ya tenía, Engels, con la ayuda de Jenny, la hija mayor de Marx, escribió la segunda parte.</ref> Tras la muerte de Marx ocurrida en su lujosa mansión londinense en 1883, dirigentes de varios partidos socialistas y anarquistas europeos junto con Engels, buscando coordinar la acción revolucionaria que cada quien realizaba, en 1889 acordaron volver a formar una organización semejante a la fundada en París 50 años antes. Decidieron llamarla «Internacional socialista» o «Segunda Internacional», para diferenciarla de la anterior ya desaparecida la que a partir de entonces pasó a ser designada como «Primera Internacional». Esta «Segunda» Internacional fue la organización que llevó a cabo la revolución rusa de octubre de 1917 que derribó al gobierno zarista y asesinó al zar Alejandro II, su esposa y sus hijos; en ella militaban varios revolucionarios conocidos como Rosa Luxemburgo, Alexander Kerensky y Vladimir Illich Ulianov Lenin. Una vez dueños del poder en Rusia, Kerensky, líder de los «mencheviques», entró en conflicto con los «bolcheviques» comandados por Lenin. Kerensky fue vencido y tuvo que huir de Rusia, dejando así el campo abierto a Lenin; este pudo entonces instaurar en Moscú el régimen de los «soviets» (consejos revolucionarios). Presidiendo el Soviet Supremo, Lenin instauró la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Como sus relaciones con «la segunda internacional» quedaron rotas, en marzo de 1919 Lenin creo en Moscú la «tercera internacional», llamada también «internacional comunista» la cual, buscando implantar a nivel mundial la «dictadura del proletariado», hizo surgir en muchas naciones los «partidos comunistas», o «delegaciones» de la tercera internacional. A la muerte de Lenin ocurrida en 1924, surgió en la Unión Soviética un fuerte enfrentamiento entre León Trotsky, comandante del ejército rojo, y José Stalin, jefe del Soviet supremo y del Partido Comunista de la URSS. Stalin se impuso y en 1927 Trotsky tuvo que huir, primero a Turquía y luego a México. Llegó a Tampico el 9 de enero de 1937 siendo recibido por el pintor Diego Rivera y su pareja Frida Kahlo. En la ciudad de México Trotsky se dedicó a fundar la «Cuarta internacional», conocida también como la «Internacional trotskista», la cual fue dada a conocer en septiembre de 1938 en París, mediante el documento titulado ''«La agonía del capitalismo y las tareas de la IV Internacional».'' ==INFLUENCIA DE LAS INTERNACIONALES PRIMERA Y SEGUNDA EN MÉXICO== La «Liga Comunista» no tuvo posibilidad alguna de influir en México, pues su fuerza se circunscribía a la capital de Francia; su actuación en la revuelta de París de 1848 demostró su insignificancia. Si contextualizamos esa revuelta, vemos que en ese año México estaba invadido por tropas de los Estados Unidos, los que finalmente le arrebataron la mitad de su territorio. Y en 1864 cuando Marx y Engels constituyeron la «primera internacional», en Veracruz desembarcaba Maximiliano de Habsburgo dando inicio al Segundo Imperio, mientras en los Estados Unidos se desataba su sangrienta «guerra de secesión». Pero si la Primera internacional no tuvo influencia alguna en México, la «segunda» si la tuvo, pues en la segunda mitad del siglo XIX el proceso de globalización tuvo una aceleración vertiginosa gracias a la «máquina de vapor»<ref>A partir de que James Watt logró aplicar la fuerza de la máquina de vapor a la tracción, el hombre estuvo por vez primera en condición de producir y regular una fuerza natural en su beneficio.</ref>que, aplicada a los transportes (buques de vapor en el mar, y locomotoras en la tierra), «encogió» significativamente el planeta acercando a personas, mercancías y libros. La Segunda Internacional que buscaba la revolución mundial se montó en la globalización. En las postrimerías del porfirismo llegaron a México un grupo de españoles que en su nación militaban en la CNT, una organización anarcosindicalista afín a la Segunda Internacional. Este grupo fundó a finales de 1912 en la ciudad de México la «Casa del Obrero Mundial». ''“En el mes y año citados (diciembre de 1912) se fundó la Casa del Obrero Mundial, cuya función consistió en coordinar el obrerismo de los distintos grupos locales y en preparar a los directores del movimiento mexicano; la tendencia de la Casa era el anarcosindicalismo de los emigrados españoles.”''<ref>ZAVALA Silvio. ''Apuntes de historia nacional 1808-1974''. Ed. Fondo de Cultura Económica. México, 1999, p. 179</ref> En mayo de 1911, casi al mismo tiempo que Porfirio Díaz presentaba su renuncia a la Presidencia, los hermanos Flores Magón (Ricardo, Enrique y Jesús) apoyados por un grupo armado de anarquistas norteamericanos dirigidos por William Stanley, Sam Woods y Carl Rhys Pryce, capturaron por la fuerza la ciudad de Mexicali. ''“Los invasores llevaban propaganda destinada a la formación de la república comunista de la Baja California. Ricardo (anarquista) y Enrique (marxista) Flores Magón lanzaban a la vez una proclama en San Diego anunciando la captura de Tijuana (…) «Camaradas: esta victoria ha tenido una gran resonancia, porque habéis anunciado de un modo inequívoco que no fueron los mercenarios de Madero quienes tomaron la población, sino los liberales (sic) partidarios del pabellón rojo…”''<ref>BORREGO Salvador. ''América peligra'', 5 edición, México, 1973, p. 306. También cfr. https://es.wikipedia.org/wiki/Carl_Ap_Rhys_Pryce.</ref> La guerra civil que se desató en México tras el asesinato de Madero, sepultó la incipiente democracia, y también hizo desaparecer la «república socialista» de los Flores Magón; sin embargo, la Segunda Internacional continuó con su labor subversiva. En febrero de 1915, la Casa del Obrero Mundial conformó los llamados «batallones rojos» con sastres, zapateros y tranviarios de la ciudad de México, para apoyar al bando carrancista que libraba una lucha a muerte contra los campesinos de Emiliano Zapata y las huestes de Francisco Villa.<ref>Cfr. Jacinto HUITRÓN CHAVERO. ''Orígenes e Historia del Movimiento Obrero en México''.</ref> Cuando en 1916 la facción carrancista convocó a un «congreso constituyente» para redactar una nueva constitución, volvió a manifestarse la intervención y presencia de la «segunda internacional», ahora en un pequeño grupo de diputados radicales encabezados por Francisco J. Mújica. Dicho grupo fue incluido en el Congreso por maniobras de Álvaro Obregón, brazo derecho de Carranza. ''“En las labores del Congreso Constituyente había aparecido un grupo de diputados hostil al proyecto carrancista de la Constitución y portador de nuevos enfoques de la cuestión social; el que podría ser caracterizado como expresión de la «democracia revolucionaria», a cuya cabeza se encontraba Francisco J. Mújica. Este grupo coincidía con la posición directamente obrera representada por Nicolás Cano y por el maestro de San Luis Potosí, Luis G. Monzón, que poco después pasaría al comunismo (es decir, a la Tercera Internacional).”''<ref>MARTINEZ VERDUGO Arnoldo. ''Historia del comunismo en México.'' Ed. Grijalbo, México, 1983. Pp.17-18</ref> ==LA SECCIÓN MEXICANA DE LA TERCERA INTERNACIONAL (PCM)== La Tercera Internacional fundó todos los «partidos comunistas» que hubo en las distintas naciones; internamente eran llamados como «secciones» de la Tercera Internacional. Así, el Partido Comunista Mexicano (PCM) constituyó la «sección mexicana de la tercera internacional». En septiembre de 1919 se realizó en la ciudad de México un Congreso del Partido «socialista» mexicano (PSM) con los revolucionarios que aún quedaban de la la Casa del Obrero Mundial; en esa reunión el hindú Manabendra Nat Roy, y el norteamericano Frank Seaman, fácilmente manipularon a los socialistas mexicanos (Jacinto Huitrón, Luis N. Morones, y Samuel O. Yúdico), quienes querían enviar unos representantes al Congreso de la segunda internacional que se iba a celebrar en Ginebra, Suiza, en julio de 1920. ''“Fue entonces cuando arriba a México el enviado bolchevique Mijail Borodín (…) Borodín se vincula con los organizadores de PSM, y directamente con Roy influye en la adopción de tres decisiones importantes: la adopción del nombre de Partido Comunista Mexicano; el envío de una delegación al II Congreso de la Komintern, integrada precisamente por Roy y Seaman; y la creación de un Buró Latinoamericano de la Tercera Internacional.”''<ref>MARTÏNEZ VERDUGO, op., cit., pp. 28-29</ref> El Buró Latinoamericano estuvo poco tiempo en la ciudad de México. Poco después se trasladó a Montevideo, Uruguay; donde el marxista mexicano Vicente Lombardo Toledano fundó y dirigió la Confederación de Obreros de América Latina, organización dependiente del Komintern y al servicio de Moscú. ''“El 8 de agosto de 1920 el Buró Latinoamericano de la Internacional Comunista comienza a publicar su órgano periodístico el «Boletín Comunista» (…) En esos meses, el Buró se .reorganiza a petición de Felipe Carrillo Puerto y Francisco J. Mújica, y el primero pasa a formar parte de su dirección.”''<ref>MARTÍNEZ VERDUGO, ob.,cit., pp. 31-32</ref> En el gobierno de Álvaro Obregón, Felipe Carrillo Puerto fue gobernador de Yucatán. Por su parte, Francisco J. Mújica fue Secretario de Economía y Obras Públicas en el gobierno de Lázaro Cárdenas, llegando a ser el pre-candidato del partido oficial para suceder a Cárdenas, pero fue vetado por el gobierno de los Estados Unidos ante los nubarrones del inicio de la Segunda Guerra Mundial. Después de la Guerra el PCM perdió su registro, pero lo recobró en 1978. En 1981 se fusionó con otras organizaciones marxistas. ==LA CUARTA INTERNACIONAL (INTERNACIONAL TROTSKISTA)== Como señalamos en el prólogo, la «Cuarta Internacional», aunque fue dada a conocer en París, prácticamente fue creada en México por León Trotsky, contando con el apoyo, entre otros, del pintor Diego Rivera, de su compañera Frida Kahlo, de Octavio Fernández, y del secretario de Obras Públicas Francisco J. Mújica, que fue quien tramitó el asilo político de Trotsky. Conforme a su experiencia en Rusia donde Trotsky fue uno de los autores, del tristemente célebre «terror rojo»<ref>El 30 de agosto de 1918 Lenin dictó: «''Es necesario, secretamente y urgentemente, preparar el terror»''. Desde ese momento y hasta 1922, los bolcheviques fusilaron a quien les viniera en gana, y establecieron las tristemente célebres «chekas», donde miles de personas fueron torturadas y eliminadas. (Cfr. N. Krilenco, Terror rojo y terror blanco, serie "Documentos Políticos", año I, núm. 8). Las «chekas» fueron después exportadas a España durante la guerra civil de 1936-1939.</ref>ordenado por Lenin, Trotsky señaló que el propósito de la Cuarta Internacional era el derrocamiento global, por cualquier vía incluido el terror, del capitalismo mediante la <<revolución permanente>>. La Cuarta Internacional siguió en sus formas a las internacionales anteriores, y así en México formó el «Partido Revolucionario de los Trabajadores», que en sus estatutos se sigue presentando como la «sección mexicana de la IV internacional».<ref>El PRT tiene una página web en la dirección https://www.prt.org.mx/taxonomy/term/30. (consultada el 20 de octubre de 2025)</ref>En sus postulados afirma que la burocracia estatista de la Unión Soviética presidida por Stalin, traicionó a la revolución mundial, por lo que la Cuarta Internacional debía que retomar los objetivos establecidos por Lenin. En los lugares donde coincidían trotskistas y stalinistas, buscaban eliminarse mutuamente, como ocurrió en España durante la Guerra Civil donde el partido de los trotskistas, el Partido Obrero de Unidad Marxista (POUM), fue primero expulsado de la Junta de Defensa de Madrid por el embajador de la URSS en España Marcel Rosenberg, y después sus integrantes empezando por su dirigente Andrés Nin, fueron perseguidos, arrestados y condenados a distintas penas incluida el tiro en la cabeza, desde 1937 y 1938 por los agentes del Partido Comunista Español. La lucha a muerte entre bolcheviques y trotskistas llegó a su máximo con la orden de José Stalin de asesinar a León Trotsky. Entonces, un agente de la NKVD (la policía política de la URSS) de nombre Ramón Mercader se trasladó a México a cumplir la orden de Stalin, y en agosto de 1940, mientras Trotsky estaba en el escritorio de su casa en Coyoacán (propiedad de Diego Rivera), Mercader le clavó en la cabeza un piolet. ==NOTAS== <references/> ==BIBLIOGRAFÍA== BORREGO Salvador. América peligra, 5 edición, México, 1973 HEINZEN Karl, Erlebtes, Vol. II. Forgotten Books KRILENCO Nicolás, Terror rojo y terror blanco, serie "Documentos Políticos", año I, núm. 8. Marxists Internet Archive, agosto de 2012. Madrid HUITRÓN CHAVERO Jacinto. Orígenes e Historia del Movimiento Obrero en México. LÓPEZ CORTEZO Carlos, Miguel Bakunin (apuntes biográficos)». Ed. Zero, 2ª ed. Madrid, 1976 MARTINEZ VERDUGO Arnoldo. Historia del comunismo en México. Ed. Grijalbo, México RADDATZ Fritz, Karl Marx, une biographie politique. Editions Fayard, Paris, 1975 ZAVALA Silvio. Apuntes de historia nacional 1808-1974. Ed. Fondo de Cultura Económica. México, 1999 '''JUAN LOUVIER CALDERÓN'''

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